La primera y creo que única entrada dedicada a Wasteland 2 que hay en el Pixel Ilustre es exactamente del año pasado. Desde entonces, como bien sabéis, han pasado muchas cosas. Brian Fargo lanzó su campaña de Kickstarter para financiar el proyecto, yo lancé más dinero del que debería haber lanzado a la pantalla, e inXile comenzó a desarrollar el juego con vistas a tenerlo listo para finales de este mismo año. Pues bien, aquí están, por fin, los primeros frutos del dinero que muchos locos cedimos a otros locos para que nos diesen la locura que queríamos jugar.
Estoy seguro de que lo primero que pensáis al ver el título y la imagen de cabecera está muy próximo a «¿qué mierda es esta que intenta venderme Andresito?». Y lo entiendo. A mí también me pasaría. Esa estética de juego montonero de Nintendo DS es capaz de echar atrás a cualquier y estuvo a punto de hacerlo conmigo, pero por suerte no me dejé llevar por las apariencias. Jelly No Puzzle es un juego de puzles con una mecánica muy simple, cuya particularidad es que tiene un diseño de niveles más duro que el culo de un puto enano guerrero de nivel 20. De hecho, muy a mi pesar debo reconocer que yo no he conseguido pasar del cuarto nivel, pero claro, como sabéis yo soy de esas nenazas que no puede con Dark Souls.
El juego ocupa poco más de dos megas y no necesita instalación, así que vosotros veréis.
Espero que nadie se lleve las manos a la cabeza si digo que Indiana Jones y la Atlántida es, por muchos motivos, una de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos, a la que tan solo pueden hacer sombra clásicos de la talla de Monkey Island o El Día del Tentáculo. Por ese motivo, este proyecto español que trata de convertir Raiders of the Lost Ark en una aventura gráfica con claras referencias al juego de Lucas me provoca sentimientos encontrados. Por un lado es una nueva aventura gráfica de Indy con todo el sabor añejo de las aventuras gráficas de Indy. Pero por otro lado es un proyecto creado por aficionados, que por lo que se puede comprobar en la demo, carece del «feeling» y sentido del humor de los originales. Mucho me temo que todavía es pronto para decir algo más al respecto, ya que apenas tienen una cuarta parte del trabajo completado, pero será interesante seguirle la pista al proyecto de Teckel Studios.
A estas alturas de la película sospecho que no le voy a descubrir nada a nadie hablando mucho y muy bien de FTL: Faster Than Light. Prácticamente todo lo que se tenía que decir sobre este «roguelike» tan tradicional como atípico se ha dicho, y mucho me temo que poco puedo añadir yo al carro de vítores y alabanzas que lleva el juego a sus espaldas. Lo que sí puedo hacer, sin embargo, es contaros la historia de La Faraona, una nave espacial como muchas otras que, capitaneada por Ana Obregón y tripulada por Arantxita y Ana Torroja, nunca consiguió llegar a su destino. Es una historia sin final feliz, una historia real, una historia de esas que te parten el alma. Es mi historia.
Esto que os voy a enseñar a continuación tiene bastante tiempo y posiblemente lo conozcáis, pero como llevo unos días «trabajando» con ello se me ha ocurrido que quizás a alguno se os pudo escapar en su día. Se trata de las tres primeras entregas de la franquicia King’s Quest y el mítico Quest for Glory II, remasterizados con gráficos amorosos e interfaces mejoradas, totalmente listos para ser descargados y jugados tanto en Windows como en Mac, sin pagar un cochino euro. Todo ello gracias a la altruista labor de AGD Interactive, que lleva años haciendo remakes de juegos de Sierra por amor al arte. Los que en su día jugaseis a cualquiera de los mencionados tenéis una excusa estupenda para revivir cualquiera de las aventuras gracias al más que notable lavado de cara. Y los que no tengáis ni idea de qué demonios estoy hablando, estáis ante la ocasión perfecta para adquirir un poquito de cultura. Ojo en especial a Quest for Glory II, muchachos.
El caso de Spec Ops: The Line (Yager Development, 2012) es uno especialmente curioso. Como la mayoría de vosotros ya sabréis, porque el juego es del año pasado y hoy en día eso es poco menos que retro, se trata de un juego de disparos en tercera persona ambientado en el desierto de Dubai, que ofrece «algo especial». Ese «algo especial», del que a lo mejor habéis oído hablar y a lo mejor no, es lo que ha conseguido que un servidor, al que los juegos de apretar mucho el gatillo por norma general le aburren bastante, lo termine de principio a fin en algo más de dos tardes. Y es un «algo especial», como decía, curioso. Curioso porque aborda un tema apasionante que es deliberadamente obviado en la práctica totalidad de videojuegos de acción que salen al mercado, desde una perspectiva que quizás no es la más apropiada. O lo que es lo mismo, intenta hacer reflexionar al jugador sobre lo absurdo de matar miles de personitas humanas polígonadas a tiros… matando a miles de personitas humanas polígonos a tiros.
Steam lleva años siendo la plataforma de distribución digital de videojuegos por excelencia. A diferencia de muchos otros servicios, no ya de videojuegos sino de prácticamente cualquier ámbito, la plataforma de Valve ha sabido adaptarse constantemente al cambio del día a día. El 12 de septiembre de este mismo año, la niña bonita de Gabe Newell cumplirá diez años. Diez años en los que nosotros —los propios usuarios— hemos pasado de pensar en él como «ese maldito programa que había que instalar con Half Life 2«, al cada vez más habitual «¿pero se registra en Steam? Si no se registra no me lo compro». Diez años en los que, actualización a actualización, se ha ido convirtiendo en un elemento fundamental para cualquier aficionado a los videojuegos que quiera disfrutar de ellos en el monitor de su ordenador. Diez años en los que pese a todos sus defectos, ha conseguido hacerse un hueco en el corazón de todos.
Me avergüenza no haber hablado en EPI a estas alturas del que para mí ha sido uno de los mejores juegos del año pasado (y al que de hecho nominé en nuestras votaciones internas para determinar el GOTY). Se trata de New Star Soccer, un simulador de fútbol que tiene más de juego de rol que de juego de fútbol. Me explico. En el juego siempre empezamos encarnando a un joven jugador de 16 años que, siendo un paquete y un fracasado, debe llegar a lo más alto. Para ello, como es normal, tendremos que pegar muchas patadas en el terreno de juego, dar muchas asistencias y anotar muchos goles… pero eso solo será una mínima parte de la experiencia.
Galactic Civilizations II está en estos momentos a 3,75 euros en Steam y yo, que vivo en el centro de La Parra, me acabo de dar cuenta de que nunca he escrito ni una mísera línea sobre él. Grave error. Galactic Civilizations II es uno de los mejores juegos de estrategia por turnos que podéis encontrar ahora mismo para cualquier plataforma. Tal y como sugiere su nombre, se trata de una suerte de Civilization ambientado en el espacio, en el que el tablero de juego pasa de ser un solo planeta a toda una galaxia. Hay muchos conceptos comunes: condiciones de victoria, forja de alianzas con otras especies (civilizaciones), cultura y economía como armas de doble filo, o los temidos avances tecnológicos. Estos últimos suponen la principal barrera para los nuevos jugadores. Que hay que inventar la rueda antes de ponerse a fabricar fusiles de asalto es algo que todos tenemos muy interiorizado. Que hay que investigar las «comunicaciones xeno» antes que la tecnología de «propulsión de iones», no tanto.
La curva de aprendizaje de Galactic Civilizations II es dura. Tanto es así que aquí donde me veis apenas ha aprendido a jugar tras casi diez horas delante de él… y otras tantas delante de su extenso manual. Si os gusta la estrategia por turnos ni os lo penséis.
Durante el primer mandato de Florentino Pérez en la presidencia del Real Madrid, el llamado «equipo de los galácticos» estaba compuesto por una plantilla en la que se alternaban jugadores de clase mundial como Ronaldo (el bueno), Figo o Zidane; con chavales de la cantera de la proyección de Mejía, Rubén o el incombustible Raúl Bravo. Esta forma de llevar la plantilla no tardó en ser conocida como la famosa «política de zidanes y pavones», haciendo referencia al jugador con más elegancia que jamás ha pisado un terreno de juego y al joven canterano. Esta forma de entender el fútbol, aplaudida durante años, tenía un gran inconveniente: los zidanes, que ya venían consagrados, pasaban a la historia; y los pavones caían en el olvido o las filas del Zaragoza en poco más de dos años. Con los personajes de los videojuegos pasa igual.
Como posiblemente ya sepáis, porque con este invento del Internet las noticias vuelan, Wolfire Games ya ha publicado la séptima entrega del original —aunque no único o irrepetible— Humble Indie Bundle. Los juegos incluidos en esta ocasión son Legend of Grimrock (más que suficiente para justificar la compra del paquete), Dungeon Defenders, Closure, Snapshot, The Binding of Isaac, Indie Game: The Movie (que no es un juego pero se registra igual en Steam) y Shank 2. Todos ellos se registran en Steam y todos ellos traen claves separadas.
Por otro lado, aunque bastante relacionado, tenemos las ofertas navideñas de Steam, que vuelven a incluir cosas como votaciones de los usuarios para determinar cuáles serán las próximas ofertas y medallas para los que estén todo el día enganchados, que vamos a ser todos. Durante las próximas 24 horas estarán Hitman: Absolution y Borderlands 2 a 25 euros cada uno, que me parece un precio estupendísimo por ambos. Pero qué sé yo, vosotros veréis qué cojones hacéis con el dinero del recreo.
Tras las ofertas de estos dos gigantes es posible que lo siguiente quede en un segundo plano, pero en la App Store de Apple también se están volviendo bastante locos con las ofertas. Bastion, por ejemplo, está a noventa céntimos; pero es que casi todo el catálogo de Square Enix está rebajado entre un 40 y un 60 por ciento. Y estos japos no suelen bajar mucho sus juegos que digamos.
The War Z, que actualmente es el juego más vendido de Steam, es una chorizada y sus desarrolladores son unos chorizos. Y no lo digo yo, lo dicen los más de 1.600 hilos abiertos que hay en los foros de Steam, en los que usuarios indignados piden desde que les devuelvan el dinero hasta que se retire el juego de la plataforma. ¿El motivo? El juego no solo está abiertamente inacabado pese a que sus desarrolladores aseguran haber abandonado la beta, sino que en su ficha se anuncian prestaciones que todavía no existen, como bien se puede observar en la imagen de cabecera (cortesía de Reddit).
Lo jodido, no obstante, no es que los caballeros de Hammerpoint Interactive hayan colado un juego inacabado en Steam —con la complicidad de Valve— y engañado a los jugadores, cosa que ya hizo Xavi Canal con Towns hace poco, no. Lo jodido es que en una entrevista con Gamespy, el productor ejecutivo de The War Z básicamente le ha echado la culpa a los jugadores por «interpretar mal» la descripción del juego. La entrevista, difícilmente traducible al español por el peculiar inglés del sinvergüenza en cuestión, no tiene desperdicio, por lo que os recomiendo encarecidamente leerla. Además, creo que ganaréis dos puntos en demagogia y cinco en «robar a manos llenas» tras la lectura.
