Sonic The Hedgehog 3D es exactamente lo que su nombre sugiere, una revisión tridimensional del clásico Sonic The Hedgehog. Su mágica particularidad —porque a día de hoy que Sonic pueda correr en más de dos direcciones no sorprende a nadie— reside en el motor que gasta: nada más y nada menos que el mítico EDuke32, una versión gratuita y de código abierto del motor de Duke Nukem 3D, que como es lógico está optimizado principalmente para juegos de acción en primera persona (el excelente The AMC TC, del que ya hablé hace unos meses, lo usa). Y sin embargo, a Sonic le sienta como un guante.
Archivo del Autor: Andresito
Dungeon Keeper se folla el género roguelike
KeeperRL
Ojo a esto, hermanos. A primera vista KeeperRL parece un roguelike de tiles genéricas con poco más que ofrecer que un montón de mazmorras llenas de trampas, enemigos y mucha muerte. Lo típico. Sin embargo KeeperRL guarda un as debajo de la manga. En el menú principal, a la hora de elegir nuestra profesión, podemos escoger entre aventurero y guardián. La primera opción nos conducirá directos al mencionado esquema tradicional del roguelike, sin mucha más historia que esa; pero la segunda transforma el juego por completo, ofreciendo una suerte de Dungeon Keeper pixelado, con perma-muerte, aleatoriedad, y mucha mala hostia.
#PhilFishMaricón,FezEsUnMojón.
Steam Tags
Últimamente en Valve no dan una a derechas. Greenlight, el prometedor servicio para que los desarrolladores independientes sometiesen sus proyectos a la dictadura de la democracia, ha resultado ser un fracaso que los señores de Steam no saben cómo quitarse de encima. Early Access, que al principio parecía una buena idea, sólo ha servido para llenar las estanterías de Steam de títulos inacabados, algunos de los cuales ni siquiera llegarán a estarlo, como es el caso de Towns. Y la última prestación añadida a Steam ha sido Steam Tags, una sencilla novedad que permite a los usuarios de la plataforma poner etiquetas, las que quieran, a los videojuegos, los que quieran. Como era de esperar ya hay «problemas».
El paraíso furry
WolfQuest
WolfQuest es un juego de rol y aventuras en tercera persona de mundo abierto, en el que los jugadores controlarán a un lobo. No a un mago elfo, a un bárbaro nórdico, o una ladrona argoniana, no; a un puñetero lobo. Ahora bien, como en cualquier juego de rol de mundo abierto que se precie, existe la posibilidad de personalizar a nuestro avatar cambiándole el color del pelaje y escogiendo diferentes atributos. Por ejemplo, podremos crear un lobo gris un poco gordo que, aunque sea muy fuerte, no sea muy rápido. Y podremos llamarlo «Mordisquitos» si nos sale de los huevos.
La hora más oscura
Hoy es un día duro para ser seguero
Construye tu ciudad a letrazo limpio
A-B City
A-B City es el improbable fruto de la unión de dos conceptos que no tienen absolutamente nada que ver entre sí, como son SimCity, el genial simulador de construcción y gestión de ciudades de Maxis; y una puñetera sopa de letras de toda la vida. El objetivo del jugador es construir una ciudad lo más próspera posible utilizando las letras que hay repartidas en las diferentes casillas que componen el enorme solar que comienza siendo nuestra ciudad. Es sencillo, queremos crear un ayuntamiento, escribimos «hall», y lo ponemos donde queramos, obteniendo las letras correspondientes a las casillas donde se edifique… que a continuación tendremos que usar para seguir construyendo.
Con este también he llorado
The Banner Saga
The Banner Saga me tiene con el corazón partido. El juego de Stoic Studios, financiado a través de Kickstarter por buena gente como un servidor, es un caramelo para los sentidos cuyo escurridizo género cabalga salvajemente entre la estrategia por turnos, el rol, la aventura conversacional, y lo que quiera que fuese Oregon’s Trail. Y eso es maravilloso. El problema, y no me gusta tirar de frases hechas pero lo voy a hacer, es que «el que mucho abarca poco aprieta». Cuando ruedan los créditos de The Banner Saga, estás tan maravillado por todas las cosas buenas que te han puesto delante de las narices, como molesto por todas las que no; y tienes tantas ganas de besar a los desarrolladores en la boca, como de pedirles explicaciones a guantazo limpio.
Un sistema solar en miniatura
Outer Wilds
Outer Wilds es un juego de exploración en primera persona con un planteamiento acojonante. Una supernova va a destruir el planeta en el que nos encontramos en aproximadamente veinte minutos, y el jugador, en estos últimos momentos de vida, puede explorar el pequeño sistema solar en el que se encuentra con total libertad. Podemos darnos un garbeo por el pueblo de nuestro planeta natal y hablar con sus habitantes, pero también podemos coger nuestra nave espacial e investigar el resto de planetas del sistema. Por no hablar de la posibilidad de cambiar de plano en cualquier momento, para visitar otras realidades y ver cómo podemos alterar el curso del destino.
SimGato 2000
Catlateral Damage
Catlateral Damage es un simulador de gato en primera persona, en el que el objetivo del jugador —como buen gato que interpreta— será dar por culo a base de bien a su dueño. Para ser exactos, la misión del jugador consiste en tirar al suelo la mayor cantidad de posesiones del desgraciado humano de turno en menos de dos minutos. Esto es algo que quizás no entiendan aquellas personas que no tienen un gato en casa, pero que por suerte se puede explicar fácilmente con un sencillo vídeo de Youtube. O más fácil aún, con este gif.
Si costase 5 euros con clave de Steam, aflojarías
Heroine's Quest: The Herald of Ragnarok
Heroine’s Quest: The Herald of Ragnarok es una aventura gráfica con toques de rol abiertamente inspirada en la saga Quest for Glory, que ha sido desarrollada por los genios de Crystal Shard, autores del estupendo A Tale of Two Kingdoms. Para que nos entendamos, como en cualquier aventura gráfica de point and click que se precie, en HQ:THOR es necesario resolver puzles, hablar con otros personajes, coger y usar objetos, etcétera; pero también debemos crear a nuestra heroína eligiendo una clase y distribuyendo atributos, y enfrentarnos a determinados peligros —en forma de enemigos— utilizando magia o la espada.
Como Metal Gear: Rising, pero sin Metal Gear. Y sin Rising.
Bokida
Bokida es uno de esos juegos que se explican muy mal con palabras, pero se entienden a la perfección con un sencillo vídeo. Por eso os dejo rápidamente con el último tráiler oficial de sus desarrolladores, Rice Cooker Republic, que sin palabras es capaz de ilustrar de manera muy acertada en qué consiste Bokida. En su página web oficial podéis jugar a la versión de navegador, para lo que necesitaréis el plugin de Unity, o descargarlo directamente para Windows. La descarga apenas son 50 megabytes y el juego no requiere instalación, por lo que esta segunda me parece, con diferencia, la mejor opción.
Indiegencias a granel
Algunas perlitas del Ludum Dare 28
Llego un poco tarde por culpa de las vacaciones navideñas, pero llego. La semana pasada tuvo lugar el Ludum Dare 28, una de las competiciones de desarrollo de juegos independientes más prestigiosas del mundo. El tema sobre el que debían versar todos los juegos adheridos a la competición fue «sólo tienes uno» (You Only Get One) y el tiempo de desarrollo, como suele ser habitual, 48 horas. En total se presentaron más de 2.000 proyectos de distintos desarrolladores independientes, y aunque como es lógico no los he probado todos, sí que he podido disfrutar unos cuantos. Si seguís leyendo, os cuento cuáles son los más interesantes.
Bloodbowl en una mazmorra
Footbrawl Quest
Footbrawl Quest es básicamente lo que ocurriría si los partidos de bloodbowl se jugasen en el interior de una mazmorra. El objetivo del jugador, que comienza con un puñado de jugadores y el balón en su poder, es hacer un touchdown en el campo enemigo. El problema es que no hay campo, sino una mazmorra. Una mazmorra llena de cofres, barriles, estanterías, varitas mágicas, bombas y, sobre todo, un montón de jugadores no-muertos enemigos. El partido/aventura, como no podía ser de otra forma, se desarrolla por turnos de una manera muy similar a la de cualquier SRPG que se precie.