Archivo del Autor: Andresito
0 A.D. el Age of Empires de código abierto
0 A.D. es un juego de estrategia en tiempo real independiente, gratuito y de código abierto, que lleva en desarrollo más de una década. Su principal influencia, como resulta evidente con tan solo echarle un vistazo a la web oficial, es la saga Age of Empires, de la que bebe muchísimo a nivel de mecánicas. Pese a estar todavía en una fase muy temprana de desarrollo (alfa), el juego es perfectamente jugable y disfrutable, aunque a diferencia de muchas otras «indiegencias» tratadas por aquí, 0 A.D. requiere un equipo bastante potente. Eso sí, ponedle la calidad gráfica al máximo y veréis por qué el hijo de perra tiene unos requisitos tan exigentes.
Sus desarrolladores, por cierto, viendo el auge del crowdfunding, han decidido lanzar una campaña de Indiegogo que me temo no va a llegar a buen puerto. Pero eh, si os apetece colaborar con el que, aún estando en alfa, es un juego de estrategia en tiempo real fantástico, esta es vuestra oportunidad.
Wolfram, Wolfenstein con esteroides
Wolfram es una revisión del Wolfenstein 3D original, padre del género de los FPS y uno de los títulos más emblemáticos de todos los tiempos, en la que un estudio ruso ha recreado el juego completo utilizando un motor que se han sacado de la chistera llamado Volatile3D II. Es decir, que en esencia se trata del mismo juego, pero con un apartado gráfico totalmente renovado, un sistema de físicas ragdoll la mar de interesante, la posibilidad de apuntar a través de la mira del arma, e incluso la implementación de logros. En la web oficial de Wolfram podéis encontrar los diferentes archivos de descarga. La diferencia entre las versiones europea y americana, es que la primera tiene borrados los símbolos nazis, así que vosotros veréis qué preferís.
The Swapper ya tiene traducción
The Swapper, uno de los más firmes candidatos a juego del año 2013, ya tiene traducción al español. De ello se han encargado, como casi siempre, los señores de Clan Dlan, que han colgado el archivo de apenas 140 kilobytes en su página web. El juego, como algunos recordaréis, me pareció una auténtica maravilla y así lo intenté expresar en este artículo. Ahora que está en español espero que ninguno tenga excusas para no jugar (y disfrutar) de uno de los juegos de puzles más redondos de los últimos años.
Rogue's Souls, Dark Souls + Roguelike
Rogue’s Souls es un roguelike que combina las convenciones tradicionales de su género, con algunas mecánicas propias del excelentísimo Dark Souls. Es decir, es un título que mezcla sin pudor casi todos los elementos del género más puñetero del panteón de los videojuegos, con algunas de las mecánicas exclusivas del juego más puñetero de esta agonizante generación. Sistema de subida de atributos mediante almas, barra de resistencia para poder llevar a cabo acciones como atacar o correr, o el famoso frasco de salud, son solo algunos de los puntos en común con el genial Dark Souls. La terrible tendencia a morir miserablemente, por supuesto, también está ahí. Lo podéis y debéis descargar aquí.
Edmund, tú eres el violador
Edmund es un videojuego gratuito desarrollado por el incombustible Paul Greasley hace ya casi cuatro años, en el que los jugadores asumen el papel de un violador en serie. No hacen falta unas cualidades deductivas sobresalientes para intuir que, durante la corta aventura (el juego no dura más de 15 minutos) podremos protagonizar una violación. Nótese el énfasis en ese podremos, ya que el juego también permite no participar en ningún tipo de agresión. Ahora bien, me parece interesante recalcar que Edmund no tiene nada que ver con decisiones morales —ya que todos sabemos que agredir sexualmente está mal— sino con algo bastante más profundo, que está ahí, para cualquier jugador que quiera echarle el guante. El juego, como digo, es gratis, no necesita instalación y no pesa más de 8 megabytes. Podéis bajarlo aquí.
El bueno, el indie y el malo
El tema de los videojuegos independientes empieza a tocarme los cojones. Hace tan solo una generación, cuando todos teníamos una Playstation 2 en el salón de casa y unos pocos nos veíamos obligados a instalar un molesto programa llamado Steam para jugar a Half-Life 2, la gran mayoría de videojugadores no sabía lo que era un «juego indie». Haberlos, por supuesto, los había. Los teníamos totalmente gratuitos y de código abierto, con auténticas joyas como FreeCiv o TORCs; y de pago como el nunca suficientemente alabado King of Dragon Pass. El único problema es que no tenían una mierda de visibilidad, por lo que sin el apoyo de las consabidas distribuidoras, era prácticamente imposible saber de su existencia. Esto, por suerte, cambio. Con el crecimiento de ese tal Steam y el auge general de los servicios de distribución digital, los videojuegos independientes pudieron estar por primera vez en el escaparate. Y eso está bien.
Nintendo se trolea sola
Space Hulk
Space Hulk, como todos deberíais saber, es un juego de mesa de la incombustible factoría Games Workshop, enmarcado en la que posiblemente es su ambientación más interesante: Warhammer 40.000. El planteamiento, muy simple, pone a un jugador al mando de un escuadrón de marines espaciales, y al otro al frente de una jauría de alienígenas capaces de cortar las servoarmaduras de los marines como si estas fuesen tacos de mantequilla. El conflicto, teniendo en cuenta que los escenarios están compuestos exclusivamente de habitaciones pequeñas y pasillos estrechos, es tan inevitable como necesario y divertido. Esto, básicamente, es Space Hulk el juego de mesa. Y esto, para bien o para mal, también es Space Hulk el videojuego de Full Control, que salió a la venta hace tan solo una semana al precio de 28 euros.
Comprad Eador: Masters of the Broken World
No sé cuál será la excusa del resto de integrantes de la plantilla para tener El Pixel Ilustre en estado semi comatoso, pero la mía es que llevo una semana entera jugando como un energúmeno a Eador: Masters of the Broken World. Para el que no lo sepa, se trata de la continuación (casi remake) de Eador: Genesis, una suerte de Heroes of Might & Magic ruso en el que controlamos a un semidios intentando hacerse con el control del universo. Si todo va bien, le dedicaré un artículo cargado de amor en unos días (o semanas, porque llevo casi 40 horas y esto va pa’largo), pero mientras tanto os recomiendo echarle un vistazo al bundle Be Mine 9, en el que os lo podéis pillar junto a algún que otro juego por apenas cuatro euros. Por supuesto la compra viene con sus correspondientes claves de Steam. Además, ¡el juego tiene cartas! ¡Cartas!
Humble Origin Bundle
Lo de los bundles disparatados hace tiempo que dejó de sorprendernos, pero desde luego no será porque las compañías no se esfuerzan. Humble Origin Bundle es el nombre del paquete de juegos de EA, que incluye, ojo al dato: Dead Space, Mirror’s Edge, Burnout Paradise, Crysis 2: Maximum Edition, Medal of Honor y Dead Space 3, más Battlefield 3 y The Sims 3 si pagas más de 4 euros. ¡4 euros! Como es previsible debido al nombre del bundle, todos los juegos se registran en Origin, pero además todos menos los últimos tres también lo hacen en Steam. La pregunta del millón es, ¿por qué Dead Space y Dead Space 3 y no Dead Space 2? Mi apuesta es que en tres días lo añaden, junto a Crysis 2 y la madre de unos cuantos desarrolladores.
Fallout: New Vegas, el DLC
Terminar todo el contenido descargable de Fallout: New Vegas me ha llevado más tiempo del que en un principio había imaginado. El motivo es que cada vez que me disponía a hacerlo, sentía la imperiosa necesidad de acabar (una vez más) también la historia principal, explorando por el camino nuevas posibilidades y descubriendo subtramas que me había dejado en el tintero. Y claro, una cosa lleva a la otra, y al final acabo haciendo de todo menos ir a las nuevas localizaciones de los distintos DLCs. En esta ocasión, sin embargo, con la excusa de probar una nueva partida cargado hasta las trancas de mods, le he echado valor y por fin los he terminado todos. Y el regusto final, por decirlo de alguna forma, ha sido agridulce.
The Swapper
The Swapper es una aventura de puzles en dos dimensiones que, pese a tener un desarrollo inspirado directamente por los Metroid o Castlevania de turno, recuerda mucho más a títulos del calibre de Portal o Braid. El motivo, lejos de estar relacionado con el género —aunque muy posiblemente no sea algo accidental— lo encontramos en que The Swapper, al igual que las obras de Valve y Jonathan Blow, es capaz de crear una sola unidad sólida a partir de sus distintas piezas. Todos los elementos del juego trabajan juntos, en preciosa armonía, ayudándose los unos a los otros, creando una máquina heterogénea y perfecta cuyo único objetivo es romperle todos los esquemas al jugador. Y lo consigue.