Nihilumbra, de Beautifun Games, es un juego con una estética cuidada y una mecánica interesante y pulida. Me gustan los puzles y me gustan los plataformas, si además me dan un acabado bonito debería haberme enganchado de inmediato y, sin embargo, estuve jugándolo con una ceja arqueada y la palabra aprensión pintada en la cara.
Hacía tiempo que no probaba un videojuego de puzles en el que aprovechasen las bases del juego para contarme una historia. Los plataformas y los puzles no son géneros en los que se necesite un argumento: si tenemos un rompecabezas intentamos resolverlo, si vemos una puerta cerrada intentamos abrirla y si nos encontramos con una seta cabreada saltamos sobre ella. Es lo normal, para desgracia de las setas, y no se necesita más, pero cuando se le da ese extra que es el trasfondo se agradece. Yo por lo menos lo he agradecido.
Todavía no hay ganadores del IGF pero el festival ya tiene su ración de polémica, servida ayer por cortesía de The Rotting Cartridge en su post What’s Wrong with the IGF. The Rotting Cartridge es la desarrolladora de Kale In Dinoland, jueguecito indi para iPhone que podéis ver en la lista de participantes de la competición pero no en la de finalistas, a la que ellos mismos dicen que no esperaban llegar. Este IGF ha traído una novedad en el proceso de evaluación de los juegos de iPhone y es que se ha hecho a través de TestFlight, lo cual ha dado lugar a una situación algo embarazosa: los candidatos pueden ver cuánto tiempo le dedican los jueces a probar los juegos. ¿Con qué creéis que se encontraron estos desarrolladores?
Antes de empezar y para no levantar expectativas en determinado tipo de público: Fury of the Furries no es un juego con sensuales animales antropomorfos; si es eso lo que esperabas encontrar tras leer el nombre, lo lamento por ti. Los furries a los que se refiere el título son los habitantes del planeta Sklumph o Skweeze Land: unas monas aunque temibles bolas peludas de los noventa con caras de diminutos maniacos homicidas y que serían perfectas para colgar en el retrovisor del coche. Fury of the Furries es un original juego de plataformas que, si lo jugaste en su época, no se te habrá olvidado a día de hoy.
The Really Big Bundle, tercer lanzamiento de Indie Royale, ya está aquí. Supongo que gracias a que esta vez se podían hacer reservas y a que habrán venido mejor preparados, esta vez los gamers del mundo no hemos colapsado la web. Los juegos son: Really Big Sky, Runespell: Overture, Cthulhu Saves the World y Breath of Death VII, y Eufloria. Para aquéllos que hicisteis vuestra reserva y ahora estéis pensando «¡Buuuuuu! Ya tengo algunos y los demás no me interesan!», en Twitter las buenas gentes de este bundle responden: «We’re happy to issue a refund if you’re not happy!»; así que si queréis echaros para atrás, os devuelven el dinero (o eso, o están haciendo un poco el trol en Twitter). Como si no fuese bastante con Steam, el mundo indi sigue insistiendo en sacarnos el dinero con sus ofertas. Abran sus carteras.
El análisis de un juego suele empezar por su jugabilidad, por el genéro al que pertenece. No es tan simple con éste, con el que los sentidos se pierden en una sobrecarga cromática que deslumbrará a algunos. Con Bastion no voy, como digo, a comenzar por su jugabilidad, ya que no es lo primero que llama la atención ni tampoco lo que deja una impresión duradera. Bastion es un título realizado con mucho mimo por un equipo de siete personas y donde su cualidad más importante, en palabras de uno de sus desarrolladores, es «la atmósfera y la experiencia del conjunto», y ¡qué diablos!, lo han conseguido; el resultado de sus esfuerzos es una obra hermosa y evocadora.
Para los que amaron a Sonic, para los que odiaron a Tails, para aquellos que aprovecharon la Master System hasta reventarle la cruceta en lugar de emigrar a la Mega Drive y para quienes, por el contrario, nunca tuvieron una ni tampoco una Game Gear. Con Sonic Generations a la vuelta de la esquina, va siendo hora de que hablemos un poco de alguno de los clásicos de Sonic, y éste lo es.
En mayo del año pasado, Jeffrey Rosen se ganaba un hueco en el corazoncito de EPI con su Humble Indie Bundle, proponiendo una oferta magnífica y demostrando que quienes dicen que el PC está muerto por culpa de la piratería quizás no estén enfocando bien el sector. No contento con hacerlo una vez, repitió la jugada en diciembre y reafirmó así el acierto de la iniciativa. Hoy, señores, pueden entrar en la página para descubrir un nuevo bundle, aunque diferente a los anteriores: el Humble Frozenbyte Bundle, que, como su nombre indica, incluye exclusivamente juegos de Frozenbyte. Aunque no encontremos esta vez la variedad indi de las otras, se sigue manteniendo ese exitoso sistema del DRM Free y Pay What You Want (paga lo que quieras), pudiendo repartir el dinero libremente entre desarrolladores, caridad y los organizadores del Humble Bundle. Los juegos incluidos son: Trine (que me imagino que todos lo tendréis a estas alturas, ¿verdad?, ¿¡verdad!?), Shadowgrounds y Shadowgrounds Survivor —con sus respectivas bandas sonoras—, así como el prototipo de Jack Claw y la reserva de Splot.
Nunca está de más reflexionar un poco acerca del poder que tienen sobre la realidad esas ficciones en las que participamos en nuestras horas de juego. Las ideas que se incluyen en los siguientes párrafos no son verdaderas ni falsas, sino todo lo contrario, o tal vez no, pero sea como fuere podéis estar tranquilos de que están expresadas con total sinceridad por mi parte.
Sí, señores. El periódico más ilustre y hamoroso del mercado ha vuelto en esta su segunda edición trimestral, tal y como se insinuó en diciembre, y no ha sido gracias a vosotros… ¬¬ Porque reconozcámoslo, el primer número de este proyecto ha sido un fracaso en ventas. ¿Dónde está vuestro apoyo? ¿Dónde —me pregunto— vuestro espíritu videojueguil? Porque es ésta una publicación donde se aúnan rigurosas noticias de actualidad, en algunos casos adelantándose a portales de prestigio, y estudios orientados a entender el pasado y presente de los videojuegos así como a perfilar su porvenir.
Después de meses de espera, la actualización, perdón, ACTUALIZACIÓN de Super Meat Boy ya está a la vuelta de la esquina. Desde la fecha inicial de mediados de enero hasta ahora es cierto que ha habido un buen retraso, pero estamos hablando de una actualización que ya de entrada va a salir con más de 200 niveles, más los que la comunidad irá añadiendo con el tiempo para hacer de este juego una diversión interminable. Y si todavía queda algún quejica que diga «¡pero me dijeron que estaría en enero!», sabed, buenas gentes, que Team Meat ha comprado un servidor para todo esto, es decir, ha comprado un servidor para una actualización gratuita de un juego que ha sido un exitazo en ventas en Steam desde su lanzamiento. ¡HAMOR!
Hace tiempo os anuncié la salida de la banda sonora de Plants vs Zombies, pero a 10 $ no era algo a por lo que nos lanzásemos de cabeza. En cambio ahora, y hasta el 27 de marzo, podéis comprar la banda sonora por tan sólo 3,99 $ y todos los beneficios se destinarán a ayudar a Japón a través de MercyCorps. Es una buena compra y además por una buena causa. Aquí os dejo el mensaje que Laura Shigihara ha colgado en su página:
Mientras Nintendo «maravilla» al mundo con su 3DS, yo he desempolvado mi 2DS y me he puesto a recordar juegos ya pasados, para descontento de los que tengo en lista de espera. La mayoría de ellos son bastante conocidos, pero el título que me propongo analizar habrá a quienes ni les suene. Esto, junto con la huella que me dejó, me ha llevado a escribir estas líneas, si para hablar bien o mal, tendréis que seguir leyendo para saberlo.