Bueno señores, como a partir de ahora los troleos futbolísticos pueden herir sensibilidades por aquello de los equipos que van a descender, nos limitaremos a insultar a los sucios jugadores del Real Madrid, antiguo hogar de carniceros como Fernando Hierro o Alkorta y actual casa de esos maniacos corta-miembros llamados Pepe y Sergio Ramos. Además, humillaremos a la cantera del Barcelona, a la que aparte de enseñarles lecciones de historia catalana, les meten un curso de arte dramático en vena, con esos genios de la interpretación que son Busquets y Pedrito a la cabeza, por supuesto. Dicho esto, mi apuesta para el partido de mañana entre Actores y Leñadores es de 2-7, con goles de Shakira y la cara de Busquets por parte de los primeros, y de Mourinho por teléfono y Ronaldo regateando a todo el equipo por parte de los segundos.

Bueno señores, llegó el momento de la verdad. Mañana nos jugamos la temporada a cara o cruz. El partido del que saldrá el campeón de la Champions League de este año, que no será otro que Raúl González Blanco. Un buen resultado en casa es vital para tener posibilidades de cara al partido de vuelta, en el que esos sucios ingleses intentarán hacerle marranadas al siete de Europa. Y no me pongáis caras largas que vosotros también estáis deseando que Raúl le gane la final a Real Madrid o Barcelona, esos dos equipitos que andan llorando por las esquinas porque los árbitros no les ganan los partidos. ¡GO Schalke! También ofertas y esas cosas.

Como posiblemente hayáis intuido, de aquí hasta final de mes en las cabeceras de los Mercadillos no se hablará de otra que no sea Raúl, y si acaso algo de los Real Madrid – Barcelona. Como al Siete de Europa le anularon un gol el fin de semana pasada por presunto fuera de juego, supongo que en esta ocasión tocará centrarse en ese joven incendiario de aficiones totalmente desquiciado que es Messi. Ese chico está loco, ¿a quién se le ocurre pegar un pelotazo a la grada? Sólo a él, claro, que es un demente al que si Pepe no hubiese ayudado a entrar en razón aún estaría dado balonazos al aire. De Pepe tendría que aprender Messi, hombre. ¡Grande Pepe, grande Pablo Alfaro y más grande aún Goicoetxea! Los verdaderos héroes del fútbol, coño.