Vaya castaña. Aún intuyendo el soberano hostiazo que me aguardaba tras la esquina del 10 de Downing street, mi condición de incorregible fan fatale de Bond provocó que me lanzase en tromba a por este juego; vía préstamo, por fortuna. Con todo, aún habiendo ahorrado los sesenta y pico euracos por la tomadura de pelo, me siento imbécil. ¿Qué fue lo que me provocó tamaña estupidez? ¿La ciega puta nostalgia? ¿Tener más moral que el Alcoyano? ¿Simple y puro masoquismo? Pues un poco de todo, imagino. Tras acabarlo, pensé incluso en ahorraros estas líneas… pero, entre el estreno de Skyfall, los cincuenta tacos cumplidos por el agente indiscreto —cincuenta y ocho, si tenemos en cuenta el personaje literario— y que cualquier excusa es buena para meterse un dry martini entre pecho y espalda, me he venido arriba. Con un par.
Archivo de la etiqueta: 007
007: Sin licencia para jugar
Corren malos tiempos para el agente secreto más follador famoso del celuloide y, probablemente, también de los videojuegos. Acosada por múltiples deudas, la productora MGM se ha visto obligada a cancelar indefinidamente el rodaje de la que debía ser su película número 23 (26 si contamos con dos viejas versiones de Casino Royale y la no-oficial Nunca digas nunca jamás). Tras leer la noticia me hice dos preguntas: “¿Será ésta la muerte de James Bond?” y “¿Debería ser éste el fin de la saga?” No y sí; me explico. La franquicia sigue dando una pasta que lo flipas (sus últimos filmes han recaudado unos cinco mil kilos) y todo apunta a que, una vez la MGM solvente sus problemas económicos, se ruede la tercera aventura protagonizada por Daniel Craig (que, por supuesto, llegará acompañada por el consiguiente videojuego y el despliegue de marketing rutinario). Respecto a la segunda cuestión, ya no lo tengo tan claro. ¿Vale la pena eternizar la cantinela? ¿Qué coño aporta Bond a la cartelera? ¿Y a los videojuegos?