– ¡Mamá! ¡Quiero ser como Super Mario! -Pues si sigues así hijo mío, con los genes de tu padre y demás, sólo te va a hacer falta ser del Atleti y ponerte un peto rojo.
– ¡Papi! ¡Me gustaría ser como Tommy Vercetti! -A este paso, lo más honrado que vas hacer con tu vida es manejar el monopolio de las piñas en Aluche, así que con una camisa hawaiana vas a estar perfecto.
– ¡Me he levantado con ganas de ser Nathan Drake! -Quieto ahí. Usar recortadas en España lo tienes fácil, pero moverte como un concursante de Ninja Warrior te va a costar más que las tasas de la Universidad. (Andresito ha visto unos 300 capítulos y sueña con escalar el instituto de enfrente del Piso Ilustre).