Volition siempre me ha resultado bastante gamberra y atrevida. Saints Row es el ejemplo más claro, convirtiendo la copia resultona de GTA que era la primera parte en uno de los juegos más locos que tenemos a la vista en los próximos meses. Con Red Faction no han ido tan lejos, pero les ha faltado poco: de dos first person shooters pasaron a un sandbox en tercera persona para, por último, volver a un juego de acción lineal bastante alejado de la idea primigenia; de la revolución minera en la superficie de Marte se metieron de lleno en las entrañas del planeta para sacarse de la manga unos alienígenas con muy mal despertar. Un cambio tan radical nunca es buena señal, pero en este caso –y estando detrás quien está- el resultado ha sido mejor de lo que uno podía esperar.
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Análisis C2C: Knights Contract
Un verdugo de la Inquisición, maldecido con la Inmortalidad, se encuentra 100 años después con Gretchen, la última bruja que ejecutó. Ella ha vuelto del más allá para evitar que sus seis hermanas, también revividas, aniquilen a la humanidad como venganza por haber sido ajusticiadas. Entonces, Gretchen y Heinrich firman el Contrato de Caballero, donde Heinrich promete velar por la seguridad de Gretchen y, a cambio, Gretchen promete acabar con la Inmortalidad de su Caballero cuando cumpla su misión.
Análisis: Shadows of The Damned
Rescatar a la chica en apuros. Ese sencillo argumento es la base de cientos de videojuegos y, pese a que cada vez se intente incorporar elementos más serios y originales en las tramas, sigue siendo un recurso efectivo. Y Shadows of the Damned no es una excepción. Sed bienvenidos al infierno más extravagante.
Duke Nukem de la Vega
Análisis: Duke Nukem Forever
Catorce años han pasado,
y mucho ha llovido,
pero el rey ha vuelto,
¡Duke Nukem Forever ha salido!Los cerdos no vuelan y
las ranas no tienen pelo,
pero al Rey de los shooters,
lo defenderé con celo.Nunca lo había intentado,
pero ahora me doy cuenta,
escribir poesía es una jodienda.
Análisis: Mindjack
Si desaprovechar buenas ideas diese dinero, feelplus, los desarrolladores de Mindjack, serían obscenamente ricos. Su juego, un shooter de coberturas en tercera persona ambientado en un futuro no muy lejano, parte de una base que, aunque ya vista en algunos otros títulos como los mediocres Geist y Messiah, tiene un potencial enorme gracias a la magia de Internet y las nuevas tecnologías. Se trata de la clásica «posesión de cuerpos», que en este caso están justificados como «hackeos de mente», gracias a los cuales podremos controlar a cualquier personaje de cualquier partida de cualquier jugador del mundo. Esto es, podremos irrumpir en la sesión de una persona sin previo aviso y comenzar a manejar tanto a sus enemigos como a su compañero según se nos antoje (siempre y cuando permitamos la opción en primer lugar, claro).
Análisis: Magic The Gathering-Duels of the Planeswalkers
Como todo friqui que se precie, yo también tengo mi pasado Magiquero. Las cartitas de Wizards of the Coast fueron una de mis principales diversiones durante mi época de instituto y universidad. Como todo al final llega a cansar, disgustado con la línea que seguía el juego, hace 6 o 7 años, vendí mis cartas para comprar guitarras (siempre es más fardón enseñar a una chati tu colección de guitarras eléctricas que no tu colección de cartas Magic) y abandoné el juego. Pero el gusanillo siempre estaba ahí y no han sido pocas las veces que he estado tentado a comprar unas cuantas cartas. Pero ahora, gracias al programa Welcome Back! de PSN, he podido quitarme un poco las ganas.
Análisis: Eat Lead: The Return of Matt Hazard
Duke Nukem Forever, el videojuego convertido en mito gracias al paso del tiempo, ya está en el mercado. Una de sus señas de identidad, tal como ocurriese con su predecesor, es la referencia jocosa a títulos de otras compañías, algo que bien usado nos puede arrancar más de una carcajada. Pero en esta generación ya hemos tenido un héroe de acción que se ha reído a diestro y siniestro de la competencia. Su nombre es Matt Hazard, y mucho me temo que, le pese a quien le pese, compite en la misma liga que el nuevo y algo envejecido Duke. Así que durante un rato vamos a pasar del «Hail to the king, baby!«, al bastante menos conocido pero igualmente entrañable»It’s hazard time!«.
Análisis: Mortal Kombat
Estoy seguro de no ser el único que pensaba en Mortal Kombat como una saga en clara decadencia; tras varios experimentos y títulos mediocres que empañaban la memoria de uno de los clásicos de los juegos de lucha noventeros, ni siquiera un crossover con los superhéroes de DC parecía ser suficiente para sacarlos del pozo. Sin embargo, cada video que aparecía de este nuevo Mortal Kombat aumentaba mis ganas de adquirirlo, y, pese a exponerme a un Fatality! por Hype, lo encargué antes de que saliera a la venta, cosa que es la primerísima vez que hago con un videojuego. ¿Me arrepentiría de ello?
Análisis: Viriax
La última creación de Locomalito es una vuelta al pasado en toda regla. Aspecto retro, música repetitiva, dificultad elevada, control sencillo y partidas de corta duración. Estas características nos traen de vuelta sentimientos negativos como frustración u odio infinito hacia el creador en algunas partes del juego así como una sensación de superación al terminar las diferentes fases. Viriax es el nombre de esta amalgama de impresiones.
Análisis C2C: Trollboarder
Si hay algo curioso en las plataformas de descarga es que vemos como conviven pacíficamente las grandes muestras de talento de pequeños estudios, joyas jugables que emanan HAMOR por los videojuegos en cada píxel, y la mayor ponzoña en forma de “videojuego”, ideas sobre las que me resulta difícil comprender como alguien ha podido perder su tiempo, su dinero y su creatividad en diseñar mierda como esa y además pretender sacar beneficios con ello. Trollboarder es un ejemplo clarísimo del segundo grupo.
Análisis: Trinity-Souls of Zill O'll
Cuando lo habitual es que cada mes salga a la venta un aspirante a GOTY, rodeado por un aura de Hype, promoción brutal y notas de prensa, es realmente difícil mirar hacia otro lado y prestar atención a esos títulos que parecen servir únicamente para rellenar las estanterías y las páginas de ofertas a lo MegaModay. Son videojuegos de Serie B que quizás no tienen los gráficos de las últimas novedades, son más sencillos a nivel jugable o argumental o simplemente no tienen una gran campaña de publicidad que respalde su lanzamiento, pero esas cosas no significan que no sean dignos de recibir HAMOR y capaces de darnos alguna que otra sorpresa. Trinity-Souls of Zill O’ll es un claro ejemplo de ello.
Análisis: Populous DS
Hace unas semanas, nada más acabé de redactar este Retro Amor, me dio un ataque de morriña nostálgica y no pude contenerme. Por unos miserables 11 € tuve en unos días una copia de Populous DS en casa para quitarme las ganas de ser Dios y rememorar esas partidas que jugaba de chaval. Y tengo que decir que me ha dejado totalmente satisfecho.
Análisis: Dragon Quest IX: Centinelas del firmamento
Arkham Asylum, 19:00 horas. Reunión de AAAVAQEMQLCC (adictos anónimos a juegos absurdos que enganchan más que la coca-cola). Siete tarados pacientes severamente dañados son conducidos por el personal de seguridad a una sala aislada para llevar a cabo su primera sesión de terapia. Joker, Angry Bird Red, Mono Mongolo, Reggie, Megaman, Galious y Ciro… todos ellos son adictos a una de las drojas más temibles de nuestro tiempo: Los videojuegos absurdos que enganchan más que la coca-cola. Todos ellos llevan enganchados desde hace seis meses al mismo cartucho: Dragon Quest IX.