En el último texto de esta serie dejamos a los señores de Capcom liados con las distintas versiones de Street Fighter II. Hoy nos vamos a centrar en el primer gran giro que dio la saga dentro de los diferentes spin-offs que han ido apareciendo para la misma. Es el turno de los Street Fighter Alpha.
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Retro Amor: La saga Street Fighter (II)
Tras el semi-fallido intento inicial con aquel Street Fighter, Capcom pegó el pelotazo padre con la salida de su secuela. Franquicias como Mega Man habían dado bastante prestigio a la compañía japonesa durante la reciente y moribunda época de los 8-bits, pero no fue hasta la aparición de Street Fighter II: The World Warrior cuando empezaron a llover billetazos, popularidad y, por qué no decirlo: la forja de la jodida leyenda de los beat ‘em up.
Retro Amor: Dynamite Dux
Si hubo un género de moda a finales de los 80 ese era el beat’em up. Los salones recreativos estaban llenos de videojuegos de repartir mamporros: Double Dragon, Golden Axe, Dragon Ninja, Vigilante… Entonces llegó SEGA con Dynamite Dux, con un look más infantiloide y “acartoonado” (de “cartoon”, no de cartón) y caló hondo en mi corazoncito de jugador.
Retro Amor: Rampage
Desde pequeño he sentido cierta adoración por las películas de monstruos que destruyen ciudades. Aplastar edificios de cartón piedra mientras muges ruges me parecía un ideal de diversión y, quizás por ello, además de la candidez y la inocencia, el Galious niño también llevaba dentro un pequeño gran monstruo dispuesto a destruir y aniquilar a las criaturas más débiles. Una excursión al campo sacaba mi lado más godzilesco mientras meaba en los hormigueros, aplastaba escarabajos y orugas, arrancaba las alas a las moscas o tiraba piedras a un avispero. Unos años más tarde, cuando ya casi había olvidado ese instinto destructor, descubrí Rampage y pudo volver a aflorar, esta vez sin consecuencias para los insectos de mi alrededor.
¿Te gusta esta preciosidad?
Estoy casi seguro de que ya he hablado de este cacharro alguna vez, pero ante la duda prefiero ser un pesado a que alguien pierda la oportunidad de hacerse un regalo de navidades cojonudo. Se trata de una batería portátil para Rockband diseñada por Madcatz, que utiliza este curioso artilugio como conector principal para los cuatro tambores. No hace falta ser un hacha ni un experto en la materia para darse cuenta que, sin cables (como lo veis en la foto) parece talmente un mando de Nintendo con botones de Xbox360. Pues bien, lo interesante está en que no sólo lo parece, sino que realmente lo es. Por lo que podréis utilizarlo para jugar en Xbox360 y PC a cualquier juego arcade que no requiera gatillos, y con esa cruceta tiene pinta de ser ideal para los plataformas. Lo mejor de todo es que el cacharro cuesta menos de 12€ aquí, y algo más barato si lo combinas con otros artículos en Amazon.
King of Carca 2010 (Crónica)
Una vez más, como cada vez que me sale del cimbrel, se celebra en mi casa el campeonato King of Carca al mejor luchador. Más apasionante que una final de la copa de Africa y más vibrante que un juguete de Stoya, este campeonato recoge la creme de la creme de los videojugadores de mi barrio. Esta es la emocionante crónica de un torneo que nos trajo pasión, arrojo, algún escarceo sexual y mucha gilipollez encima. Bienvenidos al campeonato KoC 2010.
Retro Amor: Ikaruga
A estas alturas de la vida no vamos a descubrir el talento de esa gran compañía que es Treasure. Lo que si podemos hacer es honrar algunos de los mejores juegos que ha parido con nuestros retro amores. Hoy le toca a Ikaruga, posiblemente uno de los mejores shmups de la historia. ¿Estoy exagerando?. Seguid leyendo para saber el porqué de esta magna afirmación.
Análisis: Sin & Punishment 2
Amantes de lo arcade, apasionados de los shooters con sabor añejo, usuarios con espesa capa de polvo sobre vuestras Wii, putillas de lo futurista, el cyberpunk y lo post-apocalíptico, os convoco. Sin & Punishment 2 ya está en las tiendas. La segunda parte de aquel pepinaco de Treasure para Nintendo 64 ya se puede disfrutar desde la semana pasada para felicidad de todos aquellos que pensaban que nunca saldría del país del sol naciente. S&P2 es un regalazo para todos los yonkis de los high-scores y los obsesionados por mejorar una y otra vez sus puntuaciones personales, toda una arcade experience como mandan los cánones.
Las Peores Conversiones de Recreativa 2
Pensaba que el tema no daría para tanto, pero, abrumado por los comentarios en la primera parte, ahí van un buen puñado más de malas conversiones. Y atención a los despistados, que esta vez también hay segunda página.
Las Peores Conversiones de Recreativa
Os traigo otro artículo con sabor viejuno, que se que os gustan. Si hay algo que se pareciera al HYPE en los tiempos de los sistemas de 8 bits, eso eran las palabras “Conversión de la recreativa”. Los mejores videojuegos estaban en los salones recreativos y nos costaban 5 duros (o más) la partida. Poder jugar esos juegos las veces que queramos en nuestra casa, para muchos, no tenía precio. Sin embargo, en muchas ocasiones el chasco al jugar por primera vez era supremo.
Arcade Experience
Este no es uno de esos post sobre las bonitas tardes que pasábamos en los recreativos de nuestro barrio intentando ser el mejor al King of Fighters, ni tampoco ningún repaso a aquellas maravillosas máquinas arcade que tantas monedas de 25 pesetas nos hicieron quemar. Esto es un artículo en contra de los checkpoints abusivos, de los trofeos y los logros y del trato despectivo que gran parte de la prensa especializada termina haciendo hacía los juegos que llevan la experiencia arcade en el jodido ADN.
Aquellas máquinas Arcade...
A veces echo de menos los salones recreativos. Me refiero a cuando estaban llenos de máquinas de videojuegos, no esa especie de tómbolas en las que se han convertido ahora, que solo sirven para que los canis lleven a sus chorbas para impresionarlas consiguiendo peluches del conejito de Playboy…
Descubriendo... (XXIV)
Ocho competidores. Cinco modos de juego. Cientos de enemigos. Ocho localizaciones. Veinte armas distintas. Un sistema arcade de corte clásico. Horas y horas de diversión en forma de disparos, muertos, headshots, power-ups y bonus varios. ¿Sabéis ya de qué estoy hablando? ¿No? Pues seguid leyendo que John Carca y yo os lo contamos.