PlayStation Move ya está en la calle. Podemos ver anuncios por la tele, podemos ver expositores llenos en El Corte Inglés, podemos ver la pegatina «Compatible con PS Move» en algunos juegos. Anuncios que nos demuestran lo que ya sabíamos: algunos listillos pretenden que nuestras PS3 se conviertan en Wii’s con un mandito mágico. Quizás lo consigan, porque para darnos esa impresión, PS Move ha salido a la venta acompañado…
En el mundo de los videojuegos, como en los del cine y la literatura, hay una serie de enemigos y antagonistas que suelen repetirse a lo largo de los años. En algunas ocasiones es por falta de imaginación, en otras por exigencias del guión, y en otras tantas por mero fetichismo. Sea como sea, el caso es que los muy cabrones suelen estar ahí, puntuales a su cita con nuestros videojuegos, preparados para molestarnos año sí y año también. Son los cinco sospechosos habituales de los videojuegos, cinco enemigos que si no nos han reventado el culo por lo menos dos años consecutivos, es que no sabemos ni lo que es una Playstation.
Siempre que hablamos de la evolución del mundillo de los videojuegos, hablamos del contenido. Por una vez hablaremos del continente, puesto que las carátulas de los videojuegos también han ido evolucionando, adaptándose con más o menos fortuna a las modas del momento. A continuación, de forma absolutamente parcial y sesgada y de la mano de un tiparraco que no tiene ni idea sobre diseño e ilustración, nuestro Ilustre artículo sobre la evolución de las carátulas de los videojuegos.
Hace ya un par de meses que publiqué la primera parte de este artículo que causó terror, repugnancia y odio a partes iguales. En él, como supongo recordaréis, mencionaba algunos personajes de videojuego que entrega tras entrega habían ido degenerando y convirtiéndose en sombras de lo que un día fueron. Unos resultaron ser unánimemente despreciados, y otros no tanto. Por suerte, entre los comentarios algunos de vosotros me disteis ideas para una entonces hipotética segunda parte, y aunque tarde y sin haberos hecho ni puñetero caso, aquí la tenéis.