Tras la primera parte, os ofrecemos nuestra segunda compilación de juegos para aprovechar al máximo la Wii Balance Board que le regalasteis a la novia/hermana pequeña/abuela/madre las pasadas Navidades. ¿Aun no has enviado la carta para los Reyes Magos? Gracias a El Píxel Ilustre, ahora sabrás qué juego pedir a sus Majestades y disfrutar como un crío pisoteando la tabla.
Confiésalo. Tú también regalaste a tu novia un Wii Fit para ver como meneaba el culo con el Hula Hoop y para ver si colaba y así se aficionaba a los videojuegos. Seguro que, a dos dias vista de Navidad aun no tienes listo su regalo. Menos mal que el Píxel Ilustre estamos aquí para solucionaros la papeleta.
Aunque pareza increible, además de Wii Fit (y Wii Fit Plus) HAY MAS JUEGOS con los que podemos sacar todo el partido a la Wii Balance Board. Los intrépidos reporteros de El Píxel Ilustre hemos husmeado en la alcantarilla que supone el sector mas «casual» de Wii para traerte los mejores juegos para sacar ese mamotreto con cuatro pilas que tienes criando ácaros debajo del sofá. ¡¡Y gratis!!
Ah, el JRPG, género por excelencia de góticos, emos, frikis e inadaptados varios. ¿Cuántas horas no me habrás robado entre pitos y flautas? Demasiadas, seguro. Pero eso se acabó, porque hace una semana por fin maduré: me cambió la voz, me empezó a salir vello donde antes no lo había, y me di cuenta de que todos están cortados por un patrón común que los hace irrisoriamente previsibles. Y si no me creéis, pegad el salto.
Año del Señor 2.005. Entre todos los juegos de cachas poligonados, un juego con una caja muy grande que tenía un controlador en forma de guitarra eléctrica destacaba en las estanterías de las tiendas. Se trataba del Guitar Hero.
Mientras los gamers amantes del rock y jebi metal (entre los cuales me incluyo) nos alegrábamos que, al fin, alguien diera importancia a la música mas guitarrera en lugar del pachangueo, el reguetón, el bakalao y sus derivados, empresarios de esos como los que salen en El Jueves con una chistera y un puro estaban estudiando como sacarnos la pasta.
Y ese primer Guitar Hero solo fue el principio… Atención a la lista:
“Cualquier tiempo pasado fue mejor.” “Años atrás los videojuegos molaban más.” “Ya no se hacen cosas como las de antes…” “Antiguamente no se daban tan buenas notas”. Estoy cansado de escuchar esas frases cero sesenta tan presentes en el mundo de los videojuegos. Y es que la actual generación de consolas ha sido la más vapuleada de todas las que ha visto la Humanidad, pero ¿es tan mala como muchos quieren que pensemos? ¿No se hacen grandes juegos actualmente? ¿Por qué siempre andamos comparándolos con los clásicos de generaciones pasadas? ¿Acaso lo ‘vintage’ es siempre mejor por definición que lo que tenemos ahora?
Con el único afán de tocarle las pelotas a Andresito, tal y como hizo él con mi articulo top 7 de armas absurdas, he creado un listado de malos aun más molones que los de su entrada «Buenos malos». No diré que el texto de Andresito no es correcto (porque creo que las nóminas de EPI las firma él), pero creo que puedo elaborar una lista con más criterio. Como siempre, exponiendo razonadamente mis argumentos y siguiendo unos parámetros lógicos en mi selección. Y esto lo digo sin reirme y todo. Tras el salto, mi ranking de malos más carismáticos de la historia del videojuego.
En el artículo sobre “Buenos malos” dije que mi siguiente texto sería la cara opuesta de la moneda y aquí está. Lo prometido es deuda y tras el salto tenéis algunos de los enemigos finales más casposos, cutres, odiosos y sin carisma que mi preciosa cabecita ha sido capaz de recordar. Por supuesto, si a vosotros se os ocurre alguno ya sabéis, decidlo en los comentarios, que esas cosas nos hacen felices. Hala, a flamear de nuevo.
Los que empezamos con esto de los juegos con los ordenadores o consolas de 8 y 16 bits tenemos grabado a fuego en la memoria el hecho de que, si querías completar un juego, tenías que hacerlo del tirón. Lo de “salvar la partida” estaba destinado exclusivamente a un puñado de juegos como los RPG o las aventuras gráficas. Empezábamos la partida con un puñado de vidas y teníamos que realizar la proeza de llegar hasta el final. Y eso se conseguía a base de ensayo-error y memorizando la situación de los enemigos, rutinas de los jefes finales y precisión milimétrica en los saltos. Por eso, acabar un juego y ver la pantalla final (muchas veces una miserable frase o simplemente “CONGRATULATIONS!”) era algo al alcance de unos pocos.
Hace ya más de diez años que toda la comunidad de videojugadores se puso de acuerdo en alabar el precioso vestido de seda invisible del Emperador Kojima. Algo que, por otra parte, tampoco es tan extraño en un sector acostumbrado a idolatrar dioses de plástico. Lo que sí es extraño es que todavía ningún niño irresponsable haya señalado al emperador al grito de: ¡Mirad todos, está desnudo! ¡Está desnudo! Pues ya iba siendo hora…
Historias malas en los videojuegos, como en los libros o películas, ha habido siempre y siempre habrá. Son una lacra que, pese a los intentos por hacerla desaparecer, aún hoy tiene infames e incontables representantes en todos los géneros. Y es que los Dan Hauser, Ken Levine o Tim Schafers son un lujo exótico en una industria, la del videojuego, que se suele preocupar más de dar diversión que una buena historia. El objetivo de este artículo, pues, es marcar y ridiculizar aquellos títulos que pese a ser productos de grandes presupuestos y mayor propaganda, tienen un guión o una narrativa que haría llorar al mismísimo Black Jesus. Empezamos.
El modo multijugador online está a la orden del día. Es divertido, alarga la vida de los títulos y siempre es cool decir que echas partidas en red con los colegas. Si un juego en la actual generación no lo incluye, automáticamente es criticado y recibe –por norma- un punto menos en todo análisis que se precie. Pero, ¿realmente es un añadido imprescindible? ¿Cómo serían nuestras vidas si no tuviésemos la oportunidad de jugar por Internet? Os propongo diez motivos por los que todo gamer debería odiar el multijugador online, a pesar de lo que digan los “grandes del sector”.
Los mundos del videojuego y el cine tienen una relación cada vez más cercana. Pocas son ya las grandes producciones “Hollywoodienses” que no traen su correspondiente videojuego bajo el brazo. Lamentablemente, estos títulos basados en películas suelen ser malos, o como mínimo, peores que las películas a la que representan (que en muchos casos ya es decir). Así que en este artículo voy a intentar recopilar esos escasos títulos que, habiendo salido del vientre de una película, las superan en calidad y/o diversión. Comenzamos.
Las grandes historias necesitan grandes héroes y un héroe no puede ser grande sin un gran enemigo. Por ese motivo, en este artículo voy a recoger a algunos de los mejores «malos» de videojuego que he tenido el placer de cruzarme en mis innumerables partidas. En el próximo artículo, por cierto, será al revés, y recogeré a los peores malos. Let’s Flame.
