Hace unos días nos echamos unas risas a costa de cierto tipo de público que incomprensiblemente adora el Ezio 3, pero aquello no significaba que no me estuviera gustando el juego. Entiendo que la saga Assassin’s Creed tenga sus detractores, pero seguro que también hay gente a la que le atrae el tufillo a novela histórica de sus juegos, combinando personajes y hechos históricos con elementos de ficción. Yo soy uno de ellos y, a pesar que el resto de redactores me señalen con el dedo, no me arrepiento en absoluto.
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