Hay ciertos juegos que, aún siendo reconocidos como tótems inamovibles por culpa de la nefasta nostalgia del imaginario colectivo, han sufrido una retro-rotura más que evidente. Sus mecánicas primitivas han quedado desfasadas y superadas por cientos de hijos bastardos que han evolucionado hasta el día de hoy.
Personalmente considero que no es el caso de Asteroids.