El ansioso lector deseaba conocer una opinión contrastada para evitar el innecesario riesgo que supone adquirir un videojuego que no cumpliera con sus expectativas. Por eso, y como cada noche, se llevó su yogurt natural de postre al dormitorio para evitar silencios incómodos en el comedor y se sentó frente al ordenador para ver si en El Pixel Ilustre había un artículo nuevo. The Stanley Parable parecía ser el enésimo juego de moda, así que la lectura le venía como anillo al dedo para conocerlo un poco mejor ahora que estaba con el bolsillo débil en estas fechas tan señaladas. Por eso, decidió continuar leyendo el párrafo siguiente.