Las pasadas navidades, como una especie de anticipo de la llegada de Papá Noel, saqué la caja de los juegos de PS3 del trastero. Mientras buscaba algo adecuado para jugar con mi prole, rememorando a la vez mi paso por El Píxel Ilustre, no pude evitar coger uno de ellos y sentirme con ganas de jugarlo de nuevo. No era ningún Uncharted, ni God of War, ni siquiera Red Dead Redemption… Ese juego era Brütal Legend.
