«Al contrario que a mucha otra gente, a nosotros nos gusta tomarnos nuestro tiempo tras terminar un juego antes de comenzar a trabajar en la secuela, de forma que todo se tranquilice un poco y podamos ver realmente qué deberíamos hacer para la próxima entrega. Por este motivo sabíamos que no queríamos hacer una secuela de Bully al instante, pese a que es una propiedad que, como Max Payne, adoramos y nos gustaría retomar en el futuro», dijo Dan Houser, cabecilla de Rockstar, en una entrevista a Gamasutra. Esperemos que estas palabras signifiquen que, efectivamente, Rockstar por fin se decidirá a recuper su franquicia más desaprovechada. Porque podréis decir lo que queráis, pero nadie me convencerá nunca de que Bully no es un jodido juegazo que merece mucho más nombre del que ostenta.
Fuente: Eurogamer