O algo así dicen los chicos de CD Projekt, desarrolladores del juego. El caso es que están moviendo hilos con agencias de investigación para detectar a los usuarios que se descarguen el juego vía P2P y mandarles una carta amenazadora por correo ordinario, a su propia casa: «Hey, you downloaded it illegally and right now you have to pay a fine.» Esto, por supuesto, sólo podrán aplicarlo en ciertos países porque normalmente esta actitud mafiosa es delito en la mayoría de los sitios y, huelga decirlo, hasta que la autoridad pertinente no te condene, no estás obligado legalmente a pagar una mierda. Esto me recuerda a cuando me llamaron de un despacho de abogados amenazándome con embargarme la casa si no pagaba los 30€ de factura de ADSL que debía a Telefónica, por supuesto cobrados un mes después de que me diera de baja del servicio y no dispusiera de tal conexión. Les dije que si querían llevarme a juicio, que lo hicieran, pero como volvieran a amenazarme (encima en falso, puesto que no podían hacer tal cosa) me presentaría en sus oficinas para ajustar cuentas personalmente con la persona encargada. No me molestaron más.
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