En Surgeon Simulator 2013 tenemos que controlar la mano de un cirujano con el mimo que requiere algo tan complicado como un trasplante de corazón. Para demostrarnos lo jodido que es abrir en canal a una persona y sustuir un órgano por otro no nos exige conocimientos médicos profundos (de hecho, nos pide que le arranquemos las costillas y todos los órganos de cuajo y que luego los dejemos dentro como nos venga en gana), sino que nos pone al frente de unos controles tan jodidos que parece que tenemos estimular cada nervio, accionar cada músculo y mover cada tendón de la mano para que haga lo que nosotros queremos. CONTROL, otro juego experimental del LA Game Space, hace algo muy parecido.