En 2019 me dio fuerte por Cultist Simulator. En algo más de un mes le metí aproximadamente noventa horas y saqué varios de sus finales más complejos, me animé a escribirle una breve guía en Steam para que más personas pudiesen hacer lo mismo, empecé a participar de forma habitual en su subreddit, e incluso le dediqué uno de los últimos textos publicados en El Píxel Ilustre en los últimos cuatro años. La brillantez de la ópera prima de Weather Factory me tenía extasiado. Varias semanas después, también me hice un tatuaje muy bonito representando uno de mis Principios favoritos del juego, Knock, que va sobre abrir puertas, caminos metafísicos y a uno mismo. Un mes más tarde, varias mujeres acusaron a Alexis Kennedy, el cerebro detrás del juego que tanto estaba disfrutando, de ser un depredador y una malísima persona así en líneas generales.