El sábado pasado, día tres de septiembre, fue la presentación de Dead Island en la Fnac de Málaga, así que como el incansable profesional que soy, me recorrí los escasos trescientos metros que separan mi casa del centro comercial en cuestión y me dispuse a cubrir el evento. Por desgracia, para cuando llegué allí unos minutos antes de la hora concretada, la cola de videojugadores furiosos intentando acceder a la diminuta sala donde iba a tener lugar el acto daba la vuelta al recinto. Así pues, ni corto ni perezoso, un servidor vio el panorama, saludó a un par de amigochos (¡hola Álvaro, tío!) y se fue a tomar por culo. Eso sí, me dicen que después dieron una charla aburrida de cojones y sortearon dos juegos y diez pares de chanclas. Seguro que mereció la pena. Es broma, seguro que no. Fin de la crónica. No, eso también es broma, tras el salto os dejo las dos fotos que tomé. Os van a encantar.