Sí señores, asín de grandes se los gastan en las oficinas de Capcom. Quizás hasta me quedo corto. ¿Por qué? —se preguntarán ustedes. Pues porque en un alarde de genialidad nunca vista hasta la fecha, la compañía nipona ha anunciado Dead Rising 2: Off the Record, una nueva entrega en la franquicia de zombis preferida por la gente guapa, que vendrá a ser el mismísimo Dead Rising 2 pero manejando a Frank West. Por lo visto, además del evidente cambio de skin para nuestro protagonista, el juego incluirá la posibilidad de hacer fotografías como en el primer Dead Rising, nuevos combos y movimientos, un sistema de checkpoints que guardará la partida antes de cada jefazo, y una serie de mejoras en la jugabilidad y el rendimiento que, entre otras cosas, disminuirá los tiempos de carga. Y sí, cuando digo que es una nueva entrega quiero decir que no es un DLC, sino que saldrá en formato físico como si fuese un juego nuevo. Como recordaréis, a mí Dead Rising 2 me pareció un pepinazo, pero de ahí a pasar dos veces por caja por lo que bien podría ser un mod va un trecho. Para bien o para mal, el resultado lo podremos ver en Otoño tanto para PC como para PS3 y Xbox360.
Archivo de la etiqueta: Dead Rising
Diez cosas que no puedes dejar de hacer en Dead Rising 2
Ver como los sesos de cientos de zombis terminan desparramados por el suelo es una de las estampas que siempre me han gustado del cine. No en vano, en mi estantería exhibo con orgullo las tres primeras «…of the dead» de George Romero, y no hay película de zombis que no me pase por la piedra. Pero el cine, por desgracia, tiene sus limitaciones. Limitaciones que he intentado cubrir desde hace años con videojuegos, como Resident Evil o Left 4 Dead; e incluso con juegos de mesa, como el divertido aunque demasiado azaroso Zombies!!! (sobre el que un amigo derramó un vaso de coca cola. Lleno). Por suerte, ese vacío en mi interior que me pedía ver tripas de zombis volando por los aires de las formas más obscenas imaginables ya se ha llenado. Y si seguís leyendo os diré diez manera de las que podréis llenarlo vosotros también.
Análisis: Dead Rising 2
Dead Rising 2 es como una colosal casita de muñecas para niños. Dentro te puedes encontrar de todo: palos, espadas, pistolas, escopetas, guitarras eléctricas, pelotas de fútbol, bates de béisbol, herramientas varias, comida basura, costillares a la barbacoa, coches deportivos, motocicletas, señoras ligeras de ropa, sierras mecánicas, atracciones de feria, ordenadores, juegos de azar, póquer, ¡strip póquer!, ropa de dudoso buen gusto, un poco de travestismo, gente simple pero divertida, y sobre todo, zombis, muchos zombis, miles de zombis… Qué coño, ¡CIENTOS DE MILES DE ZOMBIS!
Top 7 armas absurdas de John Carca
Las hay grandes, las hay pequeñas, las hay infalibles y las hay inútiles. Por supuesto estamos hablando de chorras, pero si hablásemos de armas en los videojuegos pasaría lo mismo. Respecto a estas, por encima de toldos los atributos, destaca el de la absurdez (o el absurdismo) con el que algunas cabezas pensantes del videojuego agreden a la inteligencia del bien avenido jugador. Esto me saca la hernia. Hay cientos de ideas, diseños y conceptos armamentísticos creados por auténticos retrasados mentales, psicóticos o simplemente desarrolladores pervertidos. Este es un compendio del poderío bélico más extraño y más what a fuck del mundo del software lúdico. Son 7 porque es un número molón y no se me ocurría ninguna más para soltar chorradas, pero estoy seguro que tú, que eres un listo, eres capaz de decir alguna otra con más sentido. Comenzamos tras el salto.
Tops Ilustres (III)
Aunque Xbox 360 todavía tiene bastante camino por delante, me voy a tirar a la piscina y os voy a presentar los que considero, de momento, los tres mejores juegos de la consola de Microsoft. He pensado que, para ser más justos (y de paso, quitarme un buen montón de aspirantes del medio), lo propio era limitar la lista a sus exclusividades, que no son pocas. Así, los títulos que veréis están –o han estado durante un tiempo– únicamente disponibles en esta plataforma. Tras el salto, mi ilustre selección: