Existen géneros donde la inclusión del modo online es prácticamente obligatorio, no sólo para alargar y dar una nueva dimensión al juego, sino porque en la naturaleza del mismo palpita la experiencia multijugador o del uno contra uno. Sin embargo, a medida que nos hemos ido adentrando en esta generación, el añadir modos en línea a los lanzamientos parece que para las compañías se está volviendo poco menos que una obligación.