Aunque todavía no lo sepáis, muchos de los simuladores deportivos actuales, los cuales rebosan jraficazos con texturas hasta para los poros de la piel, acabarán no ya obsoletos, sino incrustados en el cementerio de las obras que se van al garete porque su jugabilidad ha quedado más que desfasada por el tiempo. Por poner un ejemplo, FIFA 98 lo petó en su tiempo… y de no ser por que incluía un «modo fútbol sala» de él ahora no se acordaría ni Panete. No obstante, hoy no venimos a reivindicar bodrios, sino que vamos a reconocer a aquellos que a pesar de haber envejecido, lo han hecho de manera más que digna.
