Algunos recordaréis que hace ya casi un año os hablé de Divinity: Original Sin, que iba a ser la continuación directa del maravilloso Divine Divinity, con todo lo que ello conllevaba. Pues bien, ante la acogida tan positiva que tuvo la presentación del juego y el éxito más que evidente del modelo Kickstarter, sus creadores decidieron comenzar una campaña hace un par de semanas. Campaña que, como habréis deducido por el título de la noticia, ya ha superado su objetivo de 400.000 dólares, y que en ningún caso era para conseguir que el juego saliese a la venta, sino para hacerlo mucho más grande.

Si me preguntáis a mí, os diría que esta es una ocasión estupenda de hacer el pre-order de Divinity: Original Sin por algo menos de 20 euros, al tiempo que ayudáis a que el juego sea más grande y mejor. Quiero decir, esa es la manera en la que yo me lo he planteado y estoy muy contento. Aunque más contento espero estar cuando el juego salga a la venta a finales de año, claro.

Divinity: Dragon Commander es un juego que mezcla acción y estrategia en tiempo real, en el que controlamos a un dragón que puede equiparse con armas, armaduras y movidas varias. Por sí solo el concepto ya sería lo suficientemente atractivo como para despertar mi curiosidad, pero si además resulta que está enmarcado dentro del universo de la genial saga Divinity, mi interés se multiplica. Para los que no lo sepan, Divine Divinity, primera entrega de la franquicia, fue el juego al que le dediqué mi segundo «Descubriendo…», sección que hoy día está más muerta que viva. Y Divinity 2, que salió unos cuantos años más tarde, fue el segundo juego en llevarse un 10/10 en esta santa casa. Es decir, que es una franquicia que me gusta. Es decir, que estoy muy excitado. Ahora vuelvo.