Tras tener una Master System 2 y una Mega Drive el salto evolutivo era claro: Sega Saturn. Recuerdo que la conseguí porque un primo mío quería vender la suya para comprarse la PlayStation. Menudo traidor. 20.000 pesetas fue el precio a pagar por mi santo progenitor e incluía un plataformas colorido, Bug!, y Tomb Raider. A mi me parecía una gran compra. Además, era de Sega. ¿Qué más se podía pedir?
Sé que puede parecer que le tengo tirria a Songoku & Company pero os prometo que hubo una época de mi vida en la que fui seguidor acérrimo de las aventurillas de los Sayanos. Fue entonces cuando compré la primera Play Station y, como tenía que ser, el primer juego que me llevé junto a la consola fue un juego de lucha de Dragon Ball Z: Dragon Ball Z Ultimate Battle 22.
Ya nos lo dijo Kirkis el otro día: ¡Guitar Hero ha muerto! ¡Larga vida a Guitar Hero! Se veía venir, pero no es la única saga cuya continuidad peligra si los resultados de ventas no acompañan. ¿Queréis unas cuantas más? Tras el salto, unas cuantas sagas con peligro de auto-combustión:
El género de lucha es todo un clásico entre los videojuegos. Desde los salones recreativos hasta las consolas de última generación, todas las plataformas han tenido entre sus juegos mas ilustres algún que otro título de hostias. No en vano, fue el género de moda en las consolas de 16 bits. Tomáoslo con calma, corred a la nevera a por una birra y/o ganchitos y sentaos porque estáis delante del que es, posiblemente, el artículo mas largo de El Pixel Ilustre hasta la fecha…