“¡Idos!”, dijo un rey malo. Fue el día en que los juegos fueron deportados para siempre del reino de los adultos. Así comienza un articulazo publicado en la revista Yorokobu y que cuelgan en su web. ¿Cuál es su papel en la educación? ¿Cómo pueden contribuir al ámbito empresarial? ¿Pueden los videojuegos hacer del mundo un lugar mejor? Recomiendo fervientemente la lectura de este artículo, porque las gilipolleces del Carca están muy bien para echar el rato, pero para debatir sobre un tema hay que estar realmente bien documentado. Y porque no mola ser como Mono Mongolo. Al menos no todo el rato.
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