Soy un hombre objetivo. Objetivamente objetivo. Y como profesional del mundo de los videojuegos voy a explicaros, punto por punto, cómo se puede ser «casi» tan objetivo como yo, para que podáis fardar ante vuestros conocidos de que vuestras críticas, frente a la masa de opiniones de mierda que hay en internet, son infinitamente mejores que las de los demás, que son tristes criaturas apegadas a un arrogante y estúpido subjetivismo que los hace decir sandeces.
Con motivo del análisis de Amnesia: The Dark Descent, excelente juego y mejor persona desarrollado por los señores de Frictional Games, me he ido a enterar de la última polémica relacionada con la página de videojuegos número uno de España. En esta ocasión ha sido un redactor con menos luces que la feria del pueblo de John Carca el que ha soltado la siguiente perla al referirse a «lo peor» del mencionado juego: «(tiene) un planteamiento enfocado a un público demasiado concreto y minoritario«. Esta es una afirmación que, si se tratase de un juego de ensartar pollas en ojetes de mapaches, podría ser hasta aceptable, pero desde luego no para una puñetera aventura de terror. En cualquier caso, el motivo por el que escribo esta entrada es para instar a todos los que me leen a hacer lo mismo que yo: en lugar de entrar para decir lo mucho que apesta, no entréis. Ahorraréis tiempo, les quitaréis visitas, y seréis más felices.