En esta vida nada es gratis. Nada. Ni amar es gratis. Aún así, los devenires del comercio electrónico nos permiten disfrutar de muchos y variados juegos sin pagar cuota de acceso, gracias al F2P (Juegar De Várdere). Antes, la publicidad, y ahora, las microtransacciones, empiezan a adueñarse de las dinámicas internas de los juegos, gratuitos o no. El último en apuntarse, GTA Online. ¿Es algo negativo? Repasemos los YAYS y los NAYS del F2P, a ver si llegamos a una conclusión. Y si no, lo solucionamos a hostias y cervezas.
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