¿Sabéis qué es lo que más me gusta de los Assassin’s Creed? Cuando te matan. La sobreexplotada franquicia de Ubisoft no es santo de mi devoción como he dejado claro en alguna que otra ocasión, pero hay un detalle que me parece sencillamente fascinante, y es la manera que tiene de cascarte una «pantalla de game over» sin devolverte de un hostia al mundo real. En lugar de eso, aprovechando todo el rollo del «animus», los fragmentos de memoria perdidos y demás trasfondo de ciencia ficción, se inventa la excusa perfecta para poder dejarte bien claro que has fracasado, pero hacerlo de una manera lo suficientemente orgánica como para que nunca dejes de jugar. Mi problema con Assassin’s Creed es que normalmente siempre quiero dejar de jugar, pero ese es otro tema completamente distinto.
52