Hace un par de semanas, buceando entre las miles de aplicaciones basura que infestan la Appstore, me tope con una llamada Flick Kick Football que, además de tener una valoración de cinco estrellas, tenía un icono muy chulo. Como sólo costaba ochenta céntimos y a mí el dinero todo el mundo sabe que me sale por las orejas, me la compré sin pensarlo dos veces. Mientras la barra de descarga se iba llenando rápidamente, pensé que a lo peor acababa de tirar el equivalente a un café de máquina por el retrete, lo cual me tranquilizó bastante, porque soy alérgico a ese brebaje asqueroso al que intentan hacer pasar por café. Por suerte, una vez descargado, mis dudas se disiparon y mi apuesta resultó redonda: estaba ante el juego de autobús/retrete/cola del supermercado definitivo.
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