No me gusta mezclar los videojuegos con política, pero parece ser que últimamente no nos dejan tranquilos. Por si no bastaba con la noticia sobre la presencia del 11-M en el próximo Medal of Honor para que los tertulianos de Intereconomía calificaran los videojuegos como algo nocivo y de rojos, Valve canta bingo e incluye a unos tales “Separatistas” en el inminente Counter Strike. Y ya la tenemos liada otra vez…
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