Hace pocos días, nos enteramos de que el señor Neal Stephenson se había pulido el medio millón conseguido en su kickstarter para Clang. ¿Cómo es posible, si el vídeo era muy gracioso y hasta salía Gaben en él? De nuevo estamos ante la historia del señor que no consigue capital privado para su proyecto por alguna razón, y esta es la evidencia. No sé en qué cabeza cabe pensar que 500.000$ serían suficientes para costear un proyecto AAA tan ambicioso como se preveía Clang. ¿Y ahora? Ahora vienen los lloros y los BACKERS ENFURECIDOS (recuérdenme que abra una cuenta de twitter) protestando y exigiendo responsabilidades legales porque, y esto no es broma, lo pone en el FAQ de Kickstarter. Veo al señor Stephenson acojonado en su casa porque el FAQ de Kickstarter dice que tiene que cumplir sus promesas. Hace tiempo escribí un artículo sobre cómo el crowdfunding es funding, ergo los backers son inversores. Pongan ustedes más dinero, tengan paciencia o jódanse como buenos socios capitalistas. También pueden adscribirse a las palabras de este otro artículo, dónde el autor se compadece de los pobres ingenuos que han puesto 50 pavillos, que ni conocen ni debería afectarles los vaivenes de la industria y las malas planificaciones. Pues a vivir en el mundo piruleta y al qué hay de lo mío. Pero el crowd, en lo que a grandes proyectos se refiere, es un bluff.