Hace unos días se estrenó el ilustre Miguel Fervenza con su estupendo texto sobre Loom. Magnífico. He estado pensando desde entonces. Mi primera reacción fue un ataque nostálgico. Adoro el Loom. Me lo pasé con 9 años (y algo de ayuda) y sé lo genial que es. Es mentira. No lo sé. Apenas lo retengo en mi memoria. No sabría decir si es un buen o un mal juego. Porque de Loom, como de muchos otros juegos de mi infancia, sólo me queda el recuerdo.
