Tras tener una Master System 2 y una Mega Drive el salto evolutivo era claro: Sega Saturn. Recuerdo que la conseguí porque un primo mío quería vender la suya para comprarse la PlayStation. Menudo traidor. 20.000 pesetas fue el precio a pagar por mi santo progenitor e incluía un plataformas colorido, Bug!, y Tomb Raider. A mi me parecía una gran compra. Además, era de Sega. ¿Qué más se podía pedir?