Como todo friqui que se precie, yo también tengo mi pasado Magiquero. Las cartitas de Wizards of the Coast fueron una de mis principales diversiones durante mi época de instituto y universidad. Como todo al final llega a cansar, disgustado con la línea que seguía el juego, hace 6 o 7 años, vendí mis cartas para comprar guitarras (siempre es más fardón enseñar a una chati tu colección de guitarras eléctricas que no tu colección de cartas Magic) y abandoné el juego. Pero el gusanillo siempre estaba ahí y no han sido pocas las veces que he estado tentado a comprar unas cuantas cartas. Pero ahora, gracias al programa Welcome Back! de PSN, he podido quitarme un poco las ganas.
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