Hace ya unos años que os hablamos por primera vez de algunos juegos de la denominada Edad de Oro del Software Español que se inspiraban de forma más que evidente en éxitos de la gran pantalla. El cine siempre ha sido un reclamo potente y también era divertido imitar los sucesos que veíamos en nuestra película favorita. En ese primer artículo no estaban todos los juegos; a continuación os descubriremos seis juegos más cuyo parecido con un film es algo más que casualidad.
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Samus Aran no estuvo sola
Las heroínas olvidadas de los 8 bits
Muchas veces da la impresión que, durante la época de los 8 bits, Nintendo fueran los únicos que se atrevieron a sacar un juego de acción protagonizado por una fémina, aunque fuera ocultando su sexo mediante un traje espacial. Sin embargo, no me ha costado demasiado bucear en mis recuerdos para acordarme de cinco videojuegos en los que controlábamos a una mujer. Con píxels del tamaño de galápagos pero mujeres al fin y al cabo.
Un clasicazo de Konami para MSX
El remake de Knightmare ya es una realidad
Tras varios intentos fallidos por parte de otros estudios, han sido los españoles de Demon Videogames los que al final se han atrevido a lanzar un remake de Knightmare, uno de los grandes juegos que Konami lanzó en cartucho para MSX en los años 80 y que es el antecesor de The Maze of Galious aunque jugablemente no tenga nada que ver. ¡Dentro trailer!
Cowabunga lo será tu puta madre
Retro ¿Amor?: Las Tortugas Ninja para MSX
Si hay una piedra con la que tropecé mil veces durante mi infancia y pre-adolescencia fue comprar juegos basados en licencias. Si los tropiezos hubieran sido literales, los dedos de mis pies serían a día de hoy muñones deformes de tanto impacto. Me la colaban siempre: adaptaciones peliculeras, de diversos arcades, de los juguetes de moda. Y me parece recordar que uno de los últimos juegos que compré para MSX antes de pasarme al consolismo fue este juego de las Tortugas Ninja… Y os aseguro que me arrepentí de ello.
La-Mulana es HAMOR
Tras un par de años de espera y un susto bien grande, La-Mulana desembarcó el jueves pasado en WiiWare. A estas horas ya no es noticia, pero llevo desde el viernes jugando a esa aventura y creo que una miserable nota de prensa no es suficiente para hacer justicia al que posiblemente será el último (y para muchos el único) lanzamiento interesante que habrá para WiiWare. Y, señores, hay que decir que La-Mulana me ha hecho recordar por qué me gusta esto de los videojuegos.
Galious y sus guitarritas (V)
Cuando decidí empezar con esta sección, no tenía pensado empezar con Eternal Champions. Tenía otro tema en la cabeza para versionar. Lo intenté, pero me pareció bastante complicado y por ello lo dejé aparcado. Pero al fin está aquí, el que DEBERÍA haber sido el primer Galious y sus guitarritas, a pesar de ser un tema que no os sonará demasiado a muchos que empezasteis en esto de los videojuegos con las consolas de Sega y Nintendo, pero seguro que a muchos «niños de papá» que tenían un MSX les sonará esta melodía.
Retro Amor: Mad Mix Game
Pacman. Clásico entre clásicos. Verdadero icono de los videojuegos y es difícil encontrar a alguien que no le haya echado una partidilla. Pero, en plena Edad de Oro del Software Español, la gente de Topo Soft se atrevió a echar mano al comecocos y añadirle algo más que un lacito, algo que hicieron Midway con Ms. Pacman, y conseguir renovar el juego sin perder la esencia que hacía divertido al arcade de Namco. El resultado: Mad Mix Game
Los Moais de Konami
Aunque nuestras madres piensen lo contrario, también se puede aprender algo con los videojuegos. En mi caso, no solo se convirtieron en una primera toma de contacto con el inglés, asignatura que en mi época no se impartía hasta los 12 años, sino que también, gracias a los juegos de Konami para MSX, supe que esas extrañas estatuas cabezonas de la Isla de Pascua se llamaban Moais.
Retro Amor: Q*Bert
Ahora que estoy jugando a Catherine, aunque no tengan mucho en común más allá de los cubos, no he podido evitar acordarme de Q*Bert. Todo el mundo recuerda y ha jugado alguna que otra partida a clásicos como Donkey Kong, Pac-Man o Space Invaders, pero Q*Bert, a pesar de tener en su época un éxito similar a esos arcades, parece haber sido relegado a un segundo plano de la memoria colectiva.
¡¡LA LANCHA!!
Retro ¿Amor?: Navy Moves
A veces parece que no había juegos difíciles antes que Demon’s Souls. Quizás a todos aquellos jugadores que aseguran que la PlayStation es la primera aparición de Sony en el mundo de los videojuegos así les parezca, pero, señores, así como los MSX HitBit fueron mucho anteriores a la primera Plei, Navy Moves llegó antes que Demon’s Souls y Dark Souls… Y la huella que me dejó sigue inalterada pese al paso de los años.
Retro Amor: Hundra
El otro día, la gente de Gamikia me preguntó sobre cómo había vivido la Edad de Oro del Software Español durante mi infancia. Como es de recibo en este tipo de entrevistas, una pregunta obligada es la elección de un juego del que guardaba un buen recuerdo. Me lo tuve que pensar un rato, pero al final me decidí por Hundra.
Retro ¿Amor?: Tiburón
Creo que muy pocas películas han marcado a tanta gente como Tiburón. Millones de personas tienen cierto miedo a meterse en el agua o a bañarse en pelotas durante una noche de luna llena gracias al exitazo de Steven Spielberg. Nadie va a negar que Tiburón es un título que se escribe con letras bien grandes en la historia del cine, pero también hay que decir que sus adaptaciones al videojuego no merecen esas letras tan grandes y rojas. Como mucho en minúscula y en comic sans.
La incuestionable obra maestra de la Edad de Oro del Software Español ¿o no?
Retro ¿Amor?: La Abadía del Crimen
La Abadía del Crimen… Siempre que se habla de esa época en la que en España se hacían grandes videojuegos es inevitable nombrar, aunque sea de pasada, a La Abadía del Crimen, ejemplo del clímax de una época que parece que nunca va a volver. Yo mismo la he puesto de ejemplo en más de una ocasión. Sin embargo, algo me reconcome por dentro. Algo que nunca he tenido el coraje de decir públicamente hasta hoy. Y es que, señores, a mí no me gustó La Abadía del Crimen…