Intenso, como el primer café caliente de la mañana, pero rancio, como si ese café fuera recalentado de ayer. Así eres para mí. Después de tanto tiempo olvidándote, conociendo cosas nuevas y maravillosas, vuelves a presentarte como si fuera el primer día. Sé que me engañas, nos engañas, que no todo es como parece por fuera, que prometes que esta vez serás distinta y al final todo es como siempre. Pero bendito como siempre. Haces como nadie el como siempre. Nintendo, como siempre, vuelvo a ti.
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