Hace cosa de un par de meses tuvo lugar en Game Jolt, ese Lugar Sagrado de lo guarro y lo indiegente, una compo con una temática de las que me tocan la patata, y es que los creadores que quisiesen participar en la misma debían realizar títulos con pinta de haber nacido para una hipotética Game Boy. Lo cierto es que salieron innumerables truños de aquel coso, pero también unas cuantas joyitas la mar de remarcables, como es el caso de lo que os traigo hoy: Octane Witch, bitches.
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