Hace tiempo escribí este artículo sobre las inversiones en Kickstarter y los riesgos que se asumen. Se puede resumir en: inviertes en un proyecto, asumes que puede no salir bien. Como ejemplo ponía los retrasos y refinanciamientos de Broken Age. También describí los problemas que origina un proyecto sobrefinanciado. Hoy quiero exponer cómo invertir en un macroproyecto es la tomadura de pelo más grande del crowdfunding.
En esta casa no le hemos dado mucha bola a Oculus Rift —esa suerte de Virtual Boy de lujo que promete meter al jugador dentro del juego— pero parece que ya va tocando. Wicked Paradise es el primer videojuego erótico en desarrollo diseñado específicamente para el cacharro de marras. «Imagina caminar por la playa, entrar en un bar, ver una chica guapa, hablar con ella y seducirla». Dicen. «Imagina jugar bien tus cartas y tener sexo salvaje con ella». Continúan. «Imagina todo esto en alta definición e inmersiva realidad virtual». Con estas tres sencillas oraciones presentan su proyecto los señores detrás de Wicked Paradise, que por cierto, aseguran tener entre sus filas a veteranos que han currado en títulos como Rage, Call of Duty o Lost Planet… aunque no estoy muy seguro de que eso sea garantía de nada.
De momento no hay mucha más información sobre el juego, pero algo me dice que la edición coleccionista de Wicked Paradise vendrá con una enorme caja de pañuelos. Y lubricante.
Estamos ya algo habituados a escuchar acerca de proyectos de Kickstarter que llaman la atención del populacho y se convierten en un paseo eufórico al ver que podrán trabajar sin hacer mimitos con bancos o editoras, o bien otros por los que no pasa ni el tato a darles una palmadita en la espalda. Sin embargo Among the Sleep, de los noruegos de Krillbite Studio, del que ya os hablamos en su momento, parecía que se acercaba a esa zona justita, donde uno tampoco las tiene todas consigo. Por suerte para ellos, esta pasada noche han llegado al 100% de financiación, así que vamos a darles otro repaso…