Hay muchas obras que presentan en su transcurso un punto de inflexión bastante descarado. Uno de los que más me ha marcado, sin duda alguna, se encuentra en las entrañas de Portal, durante un pasaje breve pero intenso donde se rompe con buena parte del decorado mostrado anteriormente en el juego. En el cual todo aquello que habíamos preconcebido se va a la mierda para dejar paso a un mundo, al menos en las apariencias, completamente nuevo.
20