Se acabó. Project Eternity, el proyecto de Kickstarter lanzado por Obsidian el pasado 14 de septiembre llegó a su fin en la madrugada de ayer. Lo hizo como pocos esperaban: recaudando la disparatada cifra de 3.986.929 dólares (originalmente apuntaban a 1.1) y estableciendo un nuevo récord en lo que a financiación colectiva de un videojuego se refiere. A esos casi 4 millones de dólares, además, hay que sumar otros 140.000 recaudados directamente a través de Paypal, lo que ha permitido que el proyecto alcance su último y relativamente absurdo objetivo de «mejorar todo el juego». O lo que es lo mismo, darle el tratamiento Valve a un juego desarrollado por Obsidian. Ahora bien, ¿qué podemos esperar exactamente de Project Eternity los 73.986 ingenuos que hemos dado nuestra pasta por adelantado a unos señores que de momento tan solo venden humo y un par de imágenes?

No me terminan de convencer las compañías de videojuegos que intentan financiarse a través del crowdfunding. Esto se debe básicamente a que hay un montón de empresas indiegentes que siguen sacando juegos sin pedirte un duro antes de hacerlo. Comprendo que los juegos de los que hablo se tratan de proyectos más pequeños pero aún me convencen menos las empresas grandes que piden dinero a los usuarios para sacar un nuevo título. ¿A qué viene todo esto? Pues a que ayer pagué 20 dolares al nuevo proyecto de Obsidian. Esto solo quiere decir que si he traicionado mi opinión se debe a algo realmente gordo y creo que Project Eternity lo va a ser. Probablemente haya entrado en la maldita espiral de hype que tan poco me gusta pero es oír hablar de Planescape Torment y uno se marea. Por ahora no hay nada más que palabras así que no se puede valorar el proyecto hasta que se vea algo pero aún así ya he aportado mi granito de arena para lograrlo. Recemos para que esto vaya en buen camino.