En verano iniciamos una serie de quedadas semanales que, por desgracia, no pudieron continuar debido a que su organizador, mi persona, no podía dedicarle todo el tiempo que requerían. El alcohol, mayoritariamente, me lo impedía. Por suerte he encontrado alguien mucho más fiable que yo para este tipo de tareas y desde hace una semana estamos asistiendo a un crecimiento brutal en el número de quedadas online que se dan en nuestro grupo ilustre de Steam. Todo gracias a la ayuda de Calculin.
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