Existen videojuegos con estrella y otros sin. Pipe Dream, originalmente bautizado como Pipe Mania, pertenece al grupo de los segundos. Pese a su longevidad y relativo éxito, es el eterno invitado de piedra de las tertulias videojueguiles. Al menos en cuánto a videojuegos tipo puzzle se refiere.
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Retro Amor: Drill Dozer
Pokémon es, irremediablemente, la primera palabra que le viene a uno a la cabeza en cuanto piensa en Game Freak, pero lo cierto es que estos señores llevan sacando jueguicos –de menor éxito comercial que la saga de los monigotes- desde tiempos de NES. Desgraciadamente, una de sus mejores obras ha pasado relativamente desapercibida desde 2005, su año de salida; y no les quepa duda, Drill Dozer merece mucho más reconocimiento del que posee actualmente.
Retro ¿Amor?: Sonic 3 & Knuckles
Ay, la nostalgia pajeril-nocillera. Qué rebonicos eran aquellos juegos en los que nos pasábamos las tardes tras habernos dejado nuestros buenos cuartos en unos cartuchazos del quince. Qué grandiosos fueron todos los Sonic de Mega Drive, sobre todo el que se apellidaba 3D, una obra maestra que nos hizo olvidar para siempre a esa bazofia que iba a llamarse Sonic Xtreme. Sonic 3 & Knuckles, el primer juego de Lego (tutumchasss), aunque no alcanzaba su maestría, también tenía lo suyo.
Retro Amor: Sonic 3 & Knuckles
Ah… la era de los 16 bits. Recuerdos de una época donde nos alejábamos de los chirridos de las Ataris y la escasez de colores de los sistemas de 8 bits. Es curioso que cuando se recuerda esta época, la mía, la de mi “supeh nontiendo” es mejor que tu “megadrai”, a la hora de recordar aventuras épicas siempre aparecen los mismos nombres de videojuegos de rol. Imagino que debido a los gráficos de por aquel entonces no se podía concebir que un juego dejara una impronta emocional si no era con una historia muy elaborada, diálogos y horas y horas de juego.
Retro Amor: Sunset Riders
Este western mata-mata es más clásico que una partida de mus con unos pacharanes después de comer y merece su rinconcito amoroso en este ilustrísimo lugar. En su versión de recreativa (también hay versiones para SNES y MegaDrive) me robó tantas pelas como para ficharme a CR7 como mayordomo personal. Vale, me mola exagerar, pero es que con 6-7 años jugaba a dobles con mi hermano mayor, al cual no le quedaba otra que sufrirme hasta que me mataban para poder intentar llegar lo mínimamente lejos… y creedme: no era fácil.
Retro ¿Amor?: Rolo to the Rescue
En una época pretérita donde fontaneros competían con erizos, donde la información se basaba en rumores y los videoclubs eran centros de peregrinaje, un jovencísimo yo encontró un juego usado por 3000 pesetas. Gracias a eso tenía en mis manos una caja negra donde salían felices un elefantito y otros animales que lo acompañaban en sus increíbles aventuras… EL APOCALÍPSIS. Aquel juego se convertiría en un muro infranqueable, en una pesadilla, ese era Rolo to the Rescue.
Retro Amor: Ninja 5-O
Hoy día está muy de moda entre determinadas compañías el copy-paste más descarado. La búsqueda de beneficio rápido creado sobre cimientos que han sido construidos por otros ya es algo que raya el descaro más absoluto. Ninja 5-O (también conocido como Ninja Cop), por su parte, bebe de varias fuentes distintas, pero no por ello da la sensación de ser un batiburrillo mal copiado, sino que de la conjunción de varias mecánicas vistas en otros juegos consigue sacar un juego muy apañadete. Tan apañado como desconocido.
Retro Amor: Sonic CD
Siempre he sido muy fan de Sonic desde que era pequeño y lo jugaba en Mega Drive durante horas hasta que entraba al cuarto mi señora madre y tiraba de cable para quitarme del vicio de la consola. De los Sonic clásicos jugué a todos incluyendo los de Master System porque se lo chorimangaba a mis primos y el de Game Gear porque me compré la consola, pero los juegos se los chorimangaba a una vecina: supongo que por eso es por lo que ahora no se deja meter ficha en el ascensor. Como Mega CD no la compró ni el tato, el chorimangarle el juego a alguien se estaba volviendo imposible por lo que no me quedó otra que traumarme con esa temprana edad mirando la intro estilo anime (muy hamorosa, por cierto) en una pantalla de El Corte Inglés. Ahora se me ha presentado la oportunidad de comprarlo en PSN y ni me lo pensé.
Retro Amor: Syndicate
Creo que no hay día mejor que hoy, coincidiendo con su lanzamiento en GOG, para dedicar unas palabras a Syndicate, “el bueno” (como en las Tamaras, pronto habrá un Syndicate bueno y un Syndicate malo) tal como se refería a él Andresito ayer mismo. Porque, a pesar que haya pasado mucho tiempo desde que lo jugué con el 486 que mi padre tenía para trabajar, seguro que seguirá en la memoria de los que HAMAMOS los videojuegos mucho más tiempo que ese FPS del montón que nos llegará en unos meses.
El mejor Zelda, y punto.
Retro Amor: The Legend of Zelda Majora's Mask
Cualquiera que me pregunte sobre la saga Zelda sabrá, tarde o temprano, que mi capítulo favorito del cuento de Nintendo es Majora’s Mask. Superar a Ocarina of Time era algo complicado por entonces, así que lo mejor era escapar de los cánones de la saga para adentrarse en lo metafórico. Y les salió de lujo. ¿Alguna vez habéis sentido que un juego va muchos más allá de su mecánica y su historia? Por cierto, esto no es un retro amor al uso.
La incuestionable obra maestra de la Edad de Oro del Software Español ¿o no?
Retro ¿Amor?: La Abadía del Crimen
La Abadía del Crimen… Siempre que se habla de esa época en la que en España se hacían grandes videojuegos es inevitable nombrar, aunque sea de pasada, a La Abadía del Crimen, ejemplo del clímax de una época que parece que nunca va a volver. Yo mismo la he puesto de ejemplo en más de una ocasión. Sin embargo, algo me reconcome por dentro. Algo que nunca he tenido el coraje de decir públicamente hasta hoy. Y es que, señores, a mí no me gustó La Abadía del Crimen…
Retro Amor: Oh Mummy
Si nos paramos a contar los videojuegos en los que aparecen referencias al Antiguo Egipto nos saldrían centenares. Raro era el juego de plataformas de los 8 y 16 bits que no tuviera una fase en el desierto, con su correspondiente ración de serpientes, escorpiones y, sobre todo, momias. Las momias han sido uno de los monstruos clásicos más queridos y recurrentes en los videojuegos, aunque últimamente parece que lo que molan son los zombies. Sin embargo, si aun les guardo cariño a las momias es por Oh Mummy.
Retro Amor: Yie Ar Kung-Fu 2
Aunque muchos no se lo crean, había juegos de lucha antes de Street Fighter II. La saga Yie Ar Kung-Fu de Konami era un ejemplo de ellos, uno de los pioneros del género en enfrentarnos uno contra uno a rivales con distintas habilidades. Y su secuela, aparecida en exclusiva para sistemas domésticos, no bajaba el listón de su predecesor.