Me he estado estrujando la memoria como si de una esponja se tratara para ofreceros otro Retro ¿Amor? de esos que tanto os gustan. Y he retrocedido tanto en el tiempo hasta llegar al primerísimo juego que tuve, el “cartucho” que venía incluido con el Sony MSX-1 Hit Bit que me regalaron mis padres por la primera comunión. Resulta que empecé con mal pié, porque ese juego era un truñazo gargantuesco a pesar que muchos se empeñen a decir lo contrario: Jet Set Willy.
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Un viaje a lo peor de Camelot
Retro ¿amor?: Chronicles of the Sword
Buenos días. Solo pasaba por aquí y me apetecía cagarme en la puta madre de alguien. Y por eso seguimos con los Retro ¿Amor?, rememorando esas grandes mierdas en forma de videojuegos que nos comimos con patatas cuando no estábamos sobresaturados de información gracias al milagro moderno que es internet. Mi próxima víctima: el segundo juego que compré para PSOne (el primero también merecería su Retro ¿amor?, pero no es una mierda tan grande como la que nos traemos entre manos) y a la vez el juego que más me arrepiento de haber adquirido: Chronicles of the Sword
Retro Amor: Star Wars
Como “warie” irreductible que fui, mi andadura en EPI no podía empezar de otra manera… escribiendo sobre uno de los videojuegos más míticos de la saga galáctica por excelencia. Su irrupción en el mercado supuso un soplo de aire para los fans de la saga, ya que se produjo en una época (principio de los 90) escasa en noticias y novedades oficiales del universo SW; que sobrevivía por culpa gracias al empeño de los aficionados más acérrimos por expandir dicho universo a cualquier precio.
La Dragonlance se estrelló en las consolas
Retro ¿amor?: Heroes of the Lance
Sí, está bien escrito y no sobran los interrogantes de ¿Amor? A veces da la impresión que todo tiempo pasado fue mejor y que todos los juegos de los sistemas de 8 y 16 bits eran la polla en verso. Nada más lejos de la realidad: había multitud de porquería pixelada con el agravante que no estaba ahí internet para avisarte. Os presento una castaña pilonga que me comí con cáscara y pelos con mi Master System: Heroes of the Lance.
Retro amor: Flashback
Cuando Paul Cuisset se puso manos a la obra con Flashback, posiblemente no era consciente de estar creando uno de los mejores juegos que jamás ha parido la industria del ocio electrónico. El título de la extinta Delphine Software, es a los videojuegos lo que Bladerunner al cine o Neuromante a la literatura. Una oda al cine futurista de finales de los 80, con una ambientación y diseño de niveles exquisitos. Si no lo conoces, te invito a que sigas leyendo para descubrir una joya que siempre debería estar presente en el recuerdo de todo jugón.
Retro Amor: Shining Force II
En estos días revueltos donde tanto se habla y discute sobre Final Fantasy y su último episodio, me gustaría reivindicar el que para mí es el mejor juego de rol que he tenido el placer de jugar. Shining Force II no tiene el mejor argumento, tampoco unos gráficos de escándalo, su sistema de combate nisiquiera es muy personal teniendo en cuenta que existían predecesores como Fire Emblem. Sin embargo SF2 tiene algo especial, algo que lo hace grande y que muchos lo recuerden como el primer gran juego de rol que se llevaron a la boca. Algo que quizás se haya ido difuminando con el tiempo, pero tranquilos, ya me encargo yo de volver a colocarlo donde se merece con este retro amor.
Retro Amor: Catrap
También conocido como Pitman, este rompecabezas de Game Boy no obtuvo toda la fama que merecía. Si bien no era un juego que brillase por su apartado técnico ni su jugabilidad, brindaba la oportunidad de experimentar de una manera distinta el género. Con una pareja que queda semi-transformada en gato por una maldición, comienza la odisea de superar las 100 pantallas que nos ofrece Catrap, con la única ayuda del retroceso temporal y nuestra fuerza para romper bloques. Unos de los padres espirituales de Braid y un juego que merece un retro amor como dios manda.
Retro amor: Theme Park
Bullfrog siempre nos propuso jugar a ser dioses, a sentir en nuestras manos la responsabilidad de gestionar desde las vidas de los mortales en Populous, hasta enfermos en Theme Hospital. Todo ello sin olvidar algunos pepinacos como Syndicate, Magic Carpet o Dungeon Keeper. Pero si tuviera que quedarme con alguno de sus experimentos ese sería sin lugar a dudas ese simulador de parque de atracciones endiabladamente adictivo que fue Theme Park.
Retro Amor: The Neverhood Chronicles
Pon a Goichi Suda, a Jenova Chen (Flower) y a todo el Team Ico en fila. Ahora coge una copia del Neverhood con una mano y con la otra vas repartiendo hostias hasta que te quedes sólo. Tal vez así aprendan que éste juego sí se puede considerar una pieza con valor artístico y no esas mierdas que nos venden. Si quieres recordar (o conocer) esta pequeña maravilla, te aconsejo que saques las gafas de la inocencia y te enfrentes a Neverhood como un folio en blanco, pues este juego no puede ser juzgado como tal sino como obra de arte. O también puedes jugarlo to´ chuzo y ya verás que risa.
Retro Amor: Cobra Mission
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?
Los videojuegos en cassette
Con toda la explosión retro que recorre la blogosfera, es raro encontrar algún blog que no dedique alguna entrada a recordar otros tiempos, que ahora nos parecen mejores, cuando los videojuegos venían en cartuchos. Se elevan a los altares las consolas como la NES, la Sega Master System, la Mega Drive o la Super Nintendo, pero parece que hay algo que ha desaparecido de la memoria colectiva… Nadie habla casi nunca de los videojuegos en cassette.
Retro Amor: Soccer Boy
!Qué bonita era la inocencia¡, y que bonita era la época en la que, todavía sin internet en nuestros hogares, todos los juegos nos parecían buenos, o por lo menos aquellos que no nos quedaban otros cojones que jugar debido a la escasez de cartuchos. Antes del hype, las previews, reviews, re-reviews y sus madres, todo se resumía a disfrutar, por muy truñaco e infumable que fuese el juego. Soccer Boy, siguiendo la senda del mítico World Cup Italia 90, es uno de ellos. Un juego de fútbol malísimo para la Game Boy, pero que sin embargo tenía un encanto capaz de atrapar a cualquier infante de la época. Ni FIFA ni ostias.
Retro Amor: Duke Nukem 3D
Kirkis tiene una manivela espacio-temporal en la entrepierna, hoy tiramos de ella y nos catapultamos hasta 1996. Un glorioso año lleno de grandes juegos como… esto… eh… Fifa 97! Realmente no recuerdo otros juegos porque todos fueron eclipsados por el sempiterno e infinito DUKE NUKEM 3D, el mayor puto shooter de la historia, compartiendo podio con Wolfestein 3D, Half Life y Quake 3 (sí, un podio de 4, qué pasa)