Cuando uno se encuentra con pequeñas joyas gratuitas hechas en flash uno tiene la obligación moral de darles todo el bombo que se merecen y aunque ya había oído hablar sobre Seedling hace unos días, aún no lo había catado. Seedling es una maravilla creada por Connor Ullmann que desde los primeros compases traslada nuestra mente a los Zelda más clásicos. Que beba —o más bien absorba— de la saga de Nintendo no es nada malo ya que las virtudes nunca sobran en un videojuego. Sería un error llamar a este juego «un pasarratos flash» ya que el título nos propone un largo camino por delante con ocho mazmorras que explorar, seis armas diferentes y multitud de objetos que nos ayudarán a salvar nuestro viaje. Llevo 40 minutos jugando a Seedling y veo que me queda aún mucho por recorrer así que os insto a todos a que no dejéis de probar este juego. Mucho más que un simple homenaje.
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