La mejor forma de definir DataJack sería decir que se trata de una mezcla entre Deus Ex y Syndicate, que combina elementos de ambos títulos para crear una experiencia propia. Como tal, DataJack es un juego de rol, sigilo y acción con una perspectiva isométrica encantadora, ambientado en un futuro distópico no muy lejano, en el que las megacorporaciones han dejado sin poder a los gobiernos (¿os suena de algo?). Los jugadores asumen el rol de un mercenario que, fiel a su papel de mercenario, puede vender sus muchas habilidades a cualquiera de los bandos que esté interesado en adquirirlas: desde las propias megacorporaciones, hasta el frente de liberación terrorista.
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Los desarrolladores de Syndicate saludan a los piratas
Todos hemos pirateado, aunque yo le puse solución: no lo hago más y, cuando puedo, compro alguno de esos juegos viejos, aunque sea de oferta, para saldar mi deuda. De ahí que el detalle que han tenido en Starbreeze, el estudio detrás del «Syndicate malo», al incluir un archivo .nfo en su juego original me haya hecho gracia. El particular guiño, que podéis ver aquí, incluye, entre otros datos, dos sencillos pasos para jugar al juego -«insertar el disco, jugar»-, el perfil de empleado que buscan, junto con direcciones de email para mandar CVs; y también una breve mención al centenar de personas que desarrollaron el juego. Debe ser curioso bajarse el juego de Origin y encontrarse con eso, ¿eh?
Vía | Rock, Paper, Shotgun
Fuente | MikkelManDK, en Reddit
Syndicate "el malo" no llevará online pass
Estaba seguro que algo así no tardaría en ser noticia: el nuevo Syndicate no incluirá el ya demasiado habitual online pass que veta a los desalmados que compren el juego de segunda mano jugar en red. Según EA, el motivo es el enfoque cooperativo y no competitivo que tiene el multijugador de Syndicate, cuyos desarrolladores pretenden que sea accesible a todo el mundo sin tener que pagar por él aparte. Y ¿sabéis que? Ni con esas…
Fuente: Gamefreaks
Retro Amor: Syndicate
Creo que no hay día mejor que hoy, coincidiendo con su lanzamiento en GOG, para dedicar unas palabras a Syndicate, “el bueno” (como en las Tamaras, pronto habrá un Syndicate bueno y un Syndicate malo) tal como se refería a él Andresito ayer mismo. Porque, a pesar que haya pasado mucho tiempo desde que lo jugué con el 486 que mi padre tenía para trabajar, seguro que seguirá en la memoria de los que HAMAMOS los videojuegos mucho más tiempo que ese FPS del montón que nos llegará en unos meses.
Syndicate, el bueno, mañana en GOG
Syndicate, el bueno, el de 1993, el de Bullfrog y Molyneux, sale a la venta mañana en GOG al precio habitual de seis dólares. El problema es que EA, siguiendo en su línea de mierda esté en la plataforma digital que esté, ha decidido distribuirlo (al igual que ya hizo con Dungeon Keeper) sin su expansión y, por si acaso nos lo creíamos un poco, sin más extras que el manual del juego escaneado. Así que bueno, por desgracia son solo buenas noticias a medias. Pese a todo, si no lo habéis jugado nunca, y me consta que muchos de vosotros no lo habéis hecho, deberíais intentar subsanar ese error cuanto antes por el bien de vuestro buen gusto y cultura videojueguil.
Syndicate... ¡¡Pero qué te han hecho!!
Si hay algo que odio de la actual generación es aprovechar los nombres de juegos que tuvieron cierto éxito para ponérselo a productos mediocres sólo para tener cierto tirón nostálgico. La última víctima de esta horrorosa moda es Syndicate, un juego de acción/estrategia lanzado en 1.993 en el que manejábamos a un grupo de espías modificados cibernéticamente para realizar distintas misiones: asesinato, sabotaje, espionaje o simplemente putear a sindicatos rivales, todo ello aderezado por una hamorosa vista isométrica. ¿Y qué nos darán 18 años después? Otro maldito FPS genérico, lleno de pasillos con enemigos, de color marrón, que seguramente no guardará casi ninguna relación con el juego original, con un multijugador de esos para matarse entre todos y DLC’s anunciados antes del lanzamiento del juego y/o ediciones limitadas con pistolitas de regalo.