Nintendo, en un acto de estupidez al alcance de muy pocas compañías (incluso para los estándares del mundillo de los videojuegos), ha decidido detener el lanzamiento de The Binding of Isaac para su nueva portátil. El motivo, como posiblemente hayáis adivinado los que sepáis de qué va el tema, es que el juego contiene «contenido religioso cuestionable». O al menos eso es lo que ha dicho Edmund McMillen, padre de la criatura, en su cuenta de Twitter. Así que ahí lo tenéis, juegos de guerra ambientados en escenarios reales donde representaciones más o menos realistas de personas mueren constantemente, como es el caso de los Call of Duty, son perfectos para las consolas de Nintendo. Pero juegos con estética abiertamente caricaturesca que narran una historia ficticia inspirada en un texto religioso no. ¡CÓMEDME LOS COJONES POR DEBAJO DEL CULO, MAMONES!