A Resident Evil le ha pasado como a Bibi Andersen. Ambos están algo cambiados desde que nacieron. Uno era un survival horror y el otro, aunque Guti puede que no lo supiese, se llamaba Manolo. La cosa está en que llevan ya dos juegos enfocados más a la acción palomitera digna de Steven Seagal y al QTE facilongo que ya adelantó Andresito en su vídeo-análisis. Pero cuidado, no caigamos en la agresión fácil. Resident Evil 6 es hostiable. Muy hostiable. Pero no porque ya no es lo que era. Como título de acción es un buen juego. Ahora bien, que si esperas de él pasar miedito o ir escasos de munición, es casi como poner Telecinco y esperar un debate sobre Dostoievski. Que lo llevas claro. Solo os digo que muchos tramos del juego me han recordado a Vanquish, imagina cómo ha derivado el cotarro.
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