Pese a lo que el nombre de la entrada pueda sugerir, lo que voy a proponer en este tipo de artículo fantasioso sobre el que ya ha habido un par de entradas, no es una bajada de precios general en nuestros amados videojuegos, algo que por otro lado no estaría mal viendo la diferencia existente entre las etiquetas del Reino Unido y las de España. Sobre lo que realmente quiero escribir hoy es de la (nula) diferencia de precios entre los propios videojuegos que podemos encontrar en las estanterías. Es decir, sobre por qué títulos como Mass Effect o Uncharted, a los que presuponemos unos valores de producción acojonantes y son bastante conocidos por todos, cuestan exactamente lo mismo que otros, como los recientes Knights Contract o Splatterhouse, sobre los que la mayoría del público no sabe absolutamente nada.
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