En el mundo de los videojuegos, si hay algo que mola, eso son las historias épicas. A nadie le gusta encarnar a un don nadie, matar a otro don nadie y alcanzar el objetivo digno de un nadie. Cuando nos ponemos a los mandos de una consola, PC, o Wii (BAM) lo que queremos es salvar el mundo, matar a un Dios y follarnos a la chica (abrazarla tierna y castamente en el caso de la Wii). Y aunque la fórmula comienza a estar un poco trillada, aún mola y seguirá molando siempre. Como muestra de ello, en este artículo voy a citar algunas de las historias más épicas que he visto en mi particular trayectoria en el mundo de los videojuegos. Ni que decir tiene que habrá spoilers, pero sé que los leeréis de todas formas, así que ya podéis saltar.
Final Fantasy VI
La sexta entrega de la saga Final Fantasy es lo más épico que te puedas echar a la jodida cara. La acción transcurre en un mundo lleno de magia y steampunk (bueno, vale, hay poca magia), gobernado por un imperio opresor y asesino que merece ser derrocado. Y ahí estás tú, con tu pequeño grupo de despojos revolucionarios, listo para derrocar lo que haga falta. Pero a mitad del juego el mundo entero se va a tomar por culo (por lo que pasa a ser un mundo lleno de magia, steampuk y ambientación post-apocalíptica) y tu enemigo real resulta ser un bufón megalómano que se convierte en un Dios. Y ¿quién está ahí para reventarle la boca a hostias? Efectivamente, tú y tu grupo de despojos mata dioses, encabezado por dos magas macizas y baddas. Hell Fucking Yeah!
Este hijo puta no tiene a Celes en su grupo, así que debe morir
Baldur’s Gate 1+2+Throne of Baal
Lo de esta saga sí que es acojonante. En el primer juego te emocionas, porque comienzas siendo un desgraciado al que un triste lobo enfermo puede matar de un mordisco y ves como un cabronazo embutido en una armadura guapa de cojones se carga a tu padre adoptivo; y terminas pudiendo masacrar pueblos enteros y bailando sobre la tumba del asesino de tu maestro. Por no hablar de que te encuentras y vacilas al puto Elminster y resultas ser el hijo del Dios del Asesinato, claro. Pero la cosa no queda aquí, y es que en el segundo juego asesinas a varios dragones y te cargas a otro hijo de Baal, al tiempo que te haces con tu propia fortaleza y adquieres poderes divinos. Casi nada. En la expansión final, en lo que termina siendo una auténtica orgía de niveles, puntos de golpe y semidioses, puedes llegar a matar a Demogorgon y convertirte en el nuevo Dios del Asesinato. FUUUUUUUUUUUUUUUUCK!!
Yo a ese dragón le gané con mi bardo SOLO
Makai Kingdom
En Makai Kingdom comienzas siendo un Dios destructor de mundos con poder suficiente como para someter a todos los otros dioses. Por desgracia al poco de empezar te conviertes en un libro parlante y se te jode el chiringuito. Pero es entonces cuando, desde cero, comienzas tu épica reconquista del multiverso. Reconquista que se fundamente en usar marionetas que dan la vida por ti para destrozar a todo el que se pone por delante y recuperar así tu cuerpo y tu antiguo poder. Al final, por supuesto, incluso hay escena con la Diosa maciza de turno… aunque como es habitual en los juegos de Nippon Ichi, dependerá de muchos factores lo que suceda al final. Ahí es nada.
¿Nivel 1475? Espera a que recupere el cuerpo, cabrón
Saiyuki: The Journey to the West
Si con Makai Kingdom no os había dejado con el culo roto, con éste sí que os he pillado. Saiyuki, juego de PSX que no llegó a salir de USA, cuenta la historia de Sanzo, un monje japonés enviado a la India a por unas antiguas escrituras budistas, que por el camino se hace amigo de Son Goku (sí, el rey de los monos) y otra serie de personajes con poderes divinos. Sin embargo, como eso de ir a por unas escrituras se le queda algo pequeño, al final termina matando a todos los putos dioses del panteón asiático. Además por el camino te conviertes en el mejor jugador de cartas (estilo FFVIII) del continente. Así de chulos son los monjes japoneses.
Sanzo, el monje mata dioses nivel 42
Half Life
Ya está bien de RPGs, ahora le toca el turno al Dr. Freeman. Y es que el científico más molón de la historia de los videojuegos comienza siendo precisamente eso: un científico gafapasta empleado del mes en un laboratorio ultrasecreto. ¿Y qué termina siendo? Pues un científico gafapasta empleado del mes en un laboratorio ultrasecreto que porta un arsenal alienígena de la hostia y mata todo lo que se le ponga por delante ya sea extraterrestre, humano o mecánico. En el camino, por supuesto, se convierte en el líder de la resistencia de un mundo al estilo 1984, y se liga a una maciza unos 20 años más joven que él. Y que conste que no ni siquiera he mencionado su palanca.
¡ZAS en toda la boca!
Shadow of the Colossus
En el segundo juego de Team ICO te pones a los mandos de un jovencito armado con una espada mágica y un poncho y te lanzas a matar más de una docena de colosos con el único fin de resucitar a tu amada. Para ello, además, tienes que desafiar a tu imperio, entrar en el territorio prohibido y dejarte corromper poco a poco por un dios maligno. Pero es que joder, en Shadow of the Colossus todo es épico: la ambientación, con esos enormes templos en ruinas y esos parajes desolados, es épica; la banda sonora, con esos “crescendos” cada vez que ves un Coloso, es épica; las bajadas de frames cada vez que el Coloso se mueve demasiado, también épicas; todo épico.
Hoy de cenar hay… ¡Coloso!
God of War 1+2
Lo estabais esperando. Por supuesto que lo menciono, joder. El cabrón de Kratos destripa, mutila y masacra a todo aquel monstruo, titán, coloso, héroe o dios que se le ponga por delante. Y lo hace con estilo, con el estilo más depravado y sanguinario que se ha visto nunca en un videojuego. Y mola, joder que si mola. Además, como Kratos solo tuvo un amor y murió, ahora se dedica a dar placer a mujeres anónimas de pechos turgentes, siempre de dos en dos. Así que si matar al Dios de la guerra para ocupar su puesto y retar a todo el panteón de los dioses no es jodidamente épico, que baje dios y lo veo si tiene huevos.
Este tío tan feo termina dándote pena después de la pelea…
Ya sé que me he dejado bastantes juegos con histórias épicas en el tintero, pero bueno, como siempre, si queréis dar vuestra opinión o insultarme por destriparos algún juego: ahí abajo tenéis los comentarios.
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